La hija de Antonio David ha compartido en redes sociales su última visita a una clínica estética. La influencer ha querido mejorar un poco más su aspecto con unos retoques que ha explicado a sus casi 800.000 seguidores con todo detalle: "Me he puesto tres pinchazos de bótox en la frente, rellenado los surcos de la boca con ácido y un cóctel de vitaminas".
Unos retoques cuyo precio total ronda los 800 euros aunque a Rocío Flores, que ha dado publicidad a la clínica, le habrán salido gratis. Alejada desde hace meses de la televisión (no pudo llegar a un acuerdo con Unicorn para renovar su colaboración con El programa de Ana Rosa), la hija de Rocío Carrasco está centrada en las redes sociales, desde donde publicita varias marcas y ejerce como imagen de otras.
Además Rocío, de 26 años, empieza a hacer sus pinitos como presentadora y embajadora en eventos, y también a figurar en la lista de invitadas de fiestas y estrenos. Una nueva senda laboral para la que la joven quiere estar perfecta a pesar de las continuas críticas que recibe por su afición a este tipo de retoques.
Recordemos que Rocío se sometió a una lipoescultura a principios de 2022 que cambió por completo su imagen. Tras la intervención y los meses de recuperación, durante los que llevó varias fajas tubulares y tablas de corcho, consiguió un cuerpo mucho más delgado y moldeado que ahora mantiene con ejercicio y buena alimentación.
