Hace un par de días, Íñigo Onieva mostraba su peor cara ante la prensa al ser preguntado por las declaraciones de Tamara Falcó en El Hormiguero. "¡Apaga esa luz, por favor, que es un incordio, está todo el mundo por aquí, por favor, apagad eso que es un coñazo! ¿Podéis dejar de molestar?", exigía el empresario a gritos.
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Tras este rifirrafe con un reportero, este sábado el futuro yerno de Isabel Preysler aclaraba ante los medios que le esperaban fuera de su casa por qué tuvo esa actitud: "No tengo ningún problema, pero estoy sacando al perro a las doce de la noche y me plantáis unos focazos en la cara, es muy desagradable".
Entonces, ha entonado el 'mea culpa' y ha pedido perdón a los profesionales que estaban haciendo su trabajo: "si se han visto dañados les pido perdón, por supuesto, pero vamos que yo lo único que he dicho es que no me saquen con un foco en la cara a las doce de la noche con doscientas personas mirándome".
Ya más tranquilo, Íñigo desvelaba que "no tengo traje todavía" para la boda y que como regalo de bodas, lo único que pediría es "un buen toldo que cubra todo el cielo para que no llueva". "Muchas gracias a todos por vuestro interés y gracias por vuestros deseos de que sea un buen matrimonio", zanjaba antes de entrar de nuevo en su casa junto a su perro.