Paul Burrell, el que fuera mano derecha de Diana de Gales durante años en el palacio de Buckingham, ha concedido una larga entrevista donde analiza la crisis de la Casa Real británica y culpa directamente a un hombre: Harry. "No es el príncipe que yo conocí. Su madre jamás hablaría de cosas privadas".
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Burrell, que se ha sentado este martes con Risto Mejide en Viajando con Chester, ha recordado: "Harry era el revoltoso, el terror del palacio. Es el niño al que siempre decían 'tu hermano sería rey' y él se da cuenta de que su hermano tendrá mucho más que él a lo largo de su vida. Pensé que estaba siguiendo los mismos pasos que su madre, que quería tener una vida tranquila, lejos de los focos de atención. El libro lo cambió todo. Una pareja que quiere privacidad y quiere realmente mantenerla a fondo, de repente invitan al mundo entero y a Netflix a su casa para contar secretos de su familia y les dan millones por ellos. Ha cruzado la línea de la lealtad y ha pasado al mundo de la celebridad, pero ese no es su mundo. Ha entrado en ese mundo y ha vendido su alma al diablo".
Paul cree que Lady Di no aprobaría lo que ha hecho su hijo: "Habla de su pene, de perder la virginidad. No es el príncipe que yo conocí. Su madre jamás hablaría de cosas privadas, es un ataque a la institución. Tiró de la alfombra en cosas privadas antes de que muriera la reina", ha dicho enfadado. Compara a Harry con Guillermo y sentencia su relación: "Kate y Guillermo todavía tienen mucha privacidad, serán rey y reina y están impolutamente limpios. Hay una fractura entre los hermanos que ha crecido tanto que no creo que se pueda superar".
Además, le lanza un duro mensaje a Harry: "Soy el único que le contó cuentos cuando era pequeño, el que le mimaba... Harry, has tenido una vida muy privilegiada, has tenido millones de dólares en una casa preciosa de California. No has tenido la dureza de la vida, no la has conocido". Y añade: "Tan defensor que eres de la salud mental y estás haciendo daño a otros. Me acusa de hacer dinero a costa de ellos, de la muerte de su madre, y solo quiere hacerme daño".
"Carlos me tiró un libro a la cabeza"
Pero el pequeño de los Windsor no es el único que sale mal parado de esta entrevista. Burrell recuerda los años que pasó junto a Diana cuando aún era la esposa del entonces príncipe Carlos: "Una noche la princesa, que charlaba mucho conmigo, me llamó y me preguntó dónde estaba Carlos. Quería saber dónde había ido porque yo sabía siempre donde estaba. Le dije que no era justo que me pusiera en esa situación y que hablaría con él por la mañana. A primera hora le llamó y cinco minutos después me llamó él a mi timbre de avisos, fui a la biblioteca y me pidió que cerrara la puerta". Continúa: "Me preguntó si había hablado con la princesa y qué le había contado. Le dije que solo le había dicho que estaba fuera, él me preguntó por qué lo había dicho y yo dije que tan solo porque era verdad. Me preguntó si no podía mentir por él y me dijo que era el príncipe, que él pagaba mi sueldo y que yo iba a hacer exactamente lo que me pedía. Se puso de color azul, me tiró un libro, pero lo esquivé y pensé que era hora de marcharme. Cinco minutos más tarde se calmó y me pidió disculpas. Tiene mucho temperamento y no ha cambiado, quiere que las cosas se hagan como él quiere. Y ahora es el rey. Le planchan los cordones de los zapatos para que pueda hacer un lazo perfecto, le planchan a diario el pijama, le preparan la pasta de dientes en el cepillo... Es todo cierto".
Paul apunta: "Nunca nadie le ha dicho que no, excepto Diana. Ahí se complicaron las cosas. Se atrevió a decir que no y pagó un precio".
"Diana tenía problemas mentales"
Testigo excepcional del auge y declive del matrimonio entre Carlos y Diana, ha desvelado detalles hasta ahora inéditos: "A la reina le gustaba Diana, pero no la entendía. Tenía problemas mentales, pero en aquellos tiempos no se diagnosticaba. Carlos pensaba que estaba loca, pero no es verdad...tan solo estaba decepcionada. La trataban fatal, pero no por parte de la reina, ella era diferente".
Asegura, además, que tanto la reina Isabel como el duque de Edimburgo la apoyaron incluso después de su separación: "Durante el periodo del divorcio la reina y Felipe estaban a favor de ella y en contra de su hijo. Felipe le dijo a Diana que no entendían a Carlos y no aprobaban que tuviera líos extramatrimoniales". Sin embargo, todo cambió tras su famosa aparición en la BBC: "La entrevista que concedió, haciendo referencia a las respectivas infidelidades de su matrimonio, fue demasiado. Ahí se acabó. La reina ordenó el divorcio".
A sus 64 años, Burrell está enfermo de cáncer y no quiere que su historia caiga en el olvido: "He aprendido a contar la verdad gracias al cáncer. Cuando yo ya no esté, la verdad permanecerá". Y añade: "Es una bendición haber formado parte de la Casa Real porque he conocido a dos de las personas más icónicas de los tiempos, la Reina y la princesa Diana. Estoy feliz de haber podido llevar su legado".
