Joaquín Cortés se hace el tonto cuando se le pregunta por sus problemas económicos o por su polémica vida en Portugal, simplemente se limita a aclarar que "todo está arreglado". Se refiere el bailarín a la deuda contraída con el casero del piso en el que vivía en tierras lusas, al que presuntamente dejó de pagar el alquiler durante 16 meses. El monto de lo adeudado alcanzaba los 55.000 euros. Fue desahuciado y condenado a abonar esa cantidad al dueño del inmueble.
Joaquín intenta resurgir de sus cenizas con un borrón y cuenta nueva. Este lunes presentaba en Madrid su nuevo espectáculo, titulado Esencia, cuatro años después de subirse por última vez a los escenarios.
El cordobés que volvió loca a Naomi Campbell se ha afincado en la capital de España con su esposa, Mónica Moreno, y sus dos hijos, Romeo y Leone. Parte de cero y ya tiene cerradas actuaciones en Madrid, Sevilla, Barcelona o, San Sebastián, a las que seguirán otras por Latinoamérica, Estados Unidos y varios países europeos.
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El bailarín nos asegura que "me siento muy feliz con esta nueva etapa de mi vida, tenia muchas ganas de regresar a los escenarios, sobre todo con un espectáculo tan importante como Esencia, en el que me acompaña un equipo de treinta personas. Es un proyecto que me llevará a recorrer todo el mundo".
Será el próximo 14 de marzo cuando inicie esta larga gira en el Teatro Real de Madrid, un marco exquisito para un artista tan especial. Portugal ya queda en el olvido.
