"Nada más que decir, salvo que estamos muy contentos", han sido las primeras palabras de Íñigo Onieva tras confirmarse su reconciliación con Tamara Falcó. Finalmente recuperó la confianza de la marquesa de Griñón, que le dio puerta en septiembre tras el vídeo en el que aparecía besando a otra mujer en un festival de Nevada.
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A las puertas de su domicilio, el diseñador de coches madrileño ha explicado este jueves que está "muy feliz" y que Tamara "también" lo está. Ya le dijo a sus amigos y confidentes que la reconciliación era como un "milagro navideño" para él.
Tras los crecientes rumores que apuntaban a una posible reconciliación, el semanario amigo de la marquesa lo confirmó. Ella hizo lo propio tan solo unas horas después: "Es verdad, hemos vuelto", explicó a Diez Minutos. Estas Navidades han sido muy especiales para los dos, pues estuvieron juntos en la Misa del Gallo de Puerta de Hierro y el propio Onieva se desplazó a Villa Meona pasadas las doce uvas en Nochevieja.
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Ver para creer, especialmente después de que todo un país cayera rendido a los pies de Tamara cuando le dio puerta al empresario de la noche: "Le dije 'que sepas que me da igual que hayan sido seis segundos o un nanosegundo en el metaverso, como esto sea verdad, esto acaba'". Las palabras se las lleva el viento... Este revuelo ha coincidido con la ruptura de Isabel Preysler y Vargas Llosa, que no se queda nada atrás.
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