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Tamara y Onieva son trabajadores pijos discontinuos: cómo forrarse rompiendo y reconciliándose

Iñigo Onieva y Tamara Falcó tenían un pacto, un acuerdo secreto que lo cambia todo. Cuando hace dos semanas salió a la luz el supuesto acercamiento que la hija de Isabel Preysler estaba iniciando con Hugo Arévalo habían pasado tres meses desde la ruptura.

Con ello, el triángulo amoroso formado por la marquesa de Griñón, su amigo y su ex novio elevó de nuevo el interés por la historia, que en cierta medida había decaído, catapultando de nuevo a Tamy y Onieva, junto con el "amigo-rata-asquerosa", hasta lo más alto del top 10 de la crónica rosa, si exceptuamos por supuesto la ruptura de la madre de Tamara y Vargas Llosa, que llegó después. 

Calentar una noticia es práctica habitual en el negocio de la comunicación. Las televisiones, que se juegan el pan con los índices de audiencia, ceban sus noticias adelantando trocitos de rumores, mostrando una parte de la historia para que luego funcione mejor y aglutine más espectadores tras levantar artificialmente el interés. Eso mismo hicieron Tamara y Onieva para que la exclusiva de su regreso fuera un caramelo más apetecible (y más caro) y la revista Hola pagara más.

Ellos, Tamara y Onieva, permitieron que se fueran filtrando detalles como que la marquesa de Griñón y su exnovio se habían visto cara a cara recientemente. Se llegó a publicar que fue en ese reencuentro donde la hija de Carlos Falcó le confesó que su amigo Hugo le estaba 'tirando los trastos'. Eso solo pudieron filtrarlo uno de los dos o ambos. No lo iba a contar Mario Vargas Llosa, salvo que escriba una novela con ellos. 

La hija de Isabel Preysler aseguraba que no había hablado con Íñigo porque él no tenía su número nuevo de teléfono pero periodistas muy cercanos Íñigo Onieva, como Isabel Rábago, adelantaron en el momento oportuno el encuentro de ambos el pasado 30 de noviembre en Madrid. Un encuentro a solas que habría durado varias horas, en concreto desde las 21:00 hasta las 4:00 de la madrugada, y en el que Tamara (repetimos) le habría contado su ilusión con Hugo. ¿Quién puso filtrar detalles tan exactos?

Aquel día, casualmente, estaban siguiéndoles las cámaras de Europa Press, las mismas que estuvieron con Íñigo Onieva en la puerta del restaurante de La Castellana el día que pidió perdón a la prensa y a Tamara por ser infiel y por mentir diciendo que las imágenes de Burning Man del morreo eran de hace años. Aquel inteligente lavado de cara prueba lo bien asesorado que pasó a estar Onieva para reconducir su imagen pública.

Esas cámaras amigas siguieron a la marquesa durante buena parte de la jornada, en la que protagonizó un showcooking navideño en la nueva tienda de Porcelanosa en la capital acompañada por otros rostros conocidos como Nieves Álvarez, Marta Hazas o Pablo Carbonell. Cobrando todos, y ella, por supuesto, probablemente mucho más de lo que hubiera cobrado si la prensa se hubiera olvidado de ella en lugar de estar en todos los programas de televisión a todas horas.

El bolo nos consta que estuvo muy bien pagado, porque el contrato de Tamy con la gran empresa azulejera para su división de cocinas es colosal. En el evento vimos a Tamara con un cuidado estilismo, perfectamente maquillada, feliz y sonriente. Estaba muy animada y a las 21 horas poco más o menos abandonó el lugar para reunirse con Íñigo Onieva y contarle su amistad especial con Hugo Arévalo. 

Una periodista que interlocuta con el entorno de Onieva fue más tarde añadiendo pistas para seguir calentando la reconciliación: "Son dos personas que nunca cortaron la comunicación, se debían varias conversaciones y era el momento de verse en persona", sentenció Rábago, una de las contertulias que mejor ha entendido a Tamara cuando ha concedido el supuesto perdón al que puede convertirse en su marido si no volvemos a las andadas. "Era un encuentro que los dos prometieron que iban a mantener en secreto porque nadie del entorno de Tamara quiere que retome el contacto con Iñigo", dijo después Rábago. ¿Seguro que querían mantenerlo en secreto? ¿Y lo de ir a Misa de Gallo?

Las ganancias de Iñigo Onieva

Las ganancias de Iñigo Onieva por ser novio de Tamara, romper y volver a su regazo son incalculables. Gracias a su relación con Tamara Falcó, Íñigo Onieva ha conseguido el estrellato en distintos niveles. Los clubs, discotecas o establecimientos bendecidos por él han recibido mucha publicidad. Bien es verdad que tras la filtración del vídeo donde aparecía besándose apasionadamente con una joven en el festival de Nevada todo pareció venirse a abajo, pero pronto recondujo su plan de comunicación. Tras meses en la cárcel del desprecio no son nada al lado de una vida de marqués. Si en un principio todo pareció derrumbarse a su alrededor, ahora ha recuperado la notoriedad (en positivo), el amor, tal vez un castillo, y podrá conseguir mesa en cualquier lugar, que le inviten a fiestas cobrando por asistir, salir en Netflix otra vez y entrar a hacer un pis en Villa Meona si va apurado. Otra cosa es que a la dueña de la casa le haga gracia. O que a su familia, la familia Onieva, no le resulte repulsiva la novia de Onieva después de que dijera de él las barbaridades que dijo, algunas merecidas por ponerle los cuernos ante el mundo entero.

Pero la gran beneficiaria mediática de este bucle amoroso vendido a plazos es sin duda Tamara Falcó, digna heredera de su madre, sucesora en Porcelanosa, en las fiestas, en los Photocalls o en el anuncio de Campofrío, y con el poderío de unas redes sociales que no existían en la época dorada de Isabel Presyler, si es que alguna vez ha dejado de ser dorada.

Tamara echó de su vida a Íñigo Onieva, le insultó en un evento patrocinado, en Sálvame, en El Hormiguero y en un congreso católico en México. Le llamó "desviado" y dijo que era imposible volver con él. Una vez roto el compromiso matrimonial, todos los medios de comunicación sacaron a colación las ganancias que había tenido Íñigo cuando empezó a salir con la marquesa. Antes era un total desconocido y ahora es uno de los famosos más cotizados. Ha sido listo, ha sabido mantener el silencio, rechazar los cheques en blanco por hablar, por ir a platós. Quería el premio gordo y estaba muy bien aconsejado, desinteresadamente, por una amiga de su madre, verdadera profesional de la comunicación, amiga de su madre, que le conoce desde pequeño y que gestionó con impecable brillantez situaciones muy complicadas de personajes de la talla de Alberto Ruiz Gallardón o Cristina Cifuentes (amiga de Rábago o de Saúl Ortiz, entre otros).

Íñigo se ha codeado con famosos de distinto tipo debido a su cargo como director de Mabel Hospitality, al igual que la discoteca Lula Club. A estos lugares han asistido famoso tales como Rafa Nadal, Pau Gasol, Cristiano Ronaldo e incluso Enrique Iglesias. Gracias a su relación con Falcó,Onieva ha podido visibilizar esos negocios.  Íñigo Onieva fue uno de los principales secundarios en la la serie de Tamara Falcó La marquesa, para Netflix. Pero su gran jugada ha sido asegurarse varias temporadas.

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