Las fiestas navideñas son traicioneras porque te permiten reencontrarte con amigos y familiares muy queridos pero también con los que no lo son tanto. Eso le pasó a Esther Doña la semana pasada en Madrid, donde salió a comer y divertirse con unos amigos mexicanos cuando se topó con su ex, el juez Santiago Pedraz.
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La viuda del marqués de Griñón ha relatado cómo fue el momento: "Después de comer fuimos a tomar una copa y nos acercamos a un bar. Había flamenco, estaba divertido, estábamos en la terraza y, de repente, digo 'No puede ser'. Vi los amigos y él iba detrás". La tertuliana de Y ahora Sonsoles ha continuado: "En ese momento no sentí ni frío ni calor, pero es cierto que al día siguiente, analizando la situación... Chloe que se puso mala. Me dolió porque me parece que después de habernos querido tanto, pues acabar así sin poderte saludar, no lo entiendo".
Doña ha asegurado que lleva meses tratando de esquivar esta situación: "Yo he evitado estar por los alrededores por los sitios que sé que él está siempre. Si él va a los sitios míos, que él no los conocía, yo se los enseñé, es posible que sigamos coincidiendo".
Eso sí, el inesperado reencuentro le ha valido para reafirmarse en sus sentimientos: "Eso es agua pasada, totalmente, y fue importante porque es algo que me ha hecho darme cuenta de que eso está superado".