La ex gran hermana ha lanzado este martes su testimonio sobre los malos tratos que sufrió a manos de su ex marido, Carlos Navarro, con orden de busca y captura desde el pasado 14 de noviembre. Lo ha hecho gratis y en su canal de Youtube: "Me tiemblan corazón y tripas", ha escrito junto al vídeo. "Este es el principio".
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Fayna Bethencourt ha escogido la misma escenografía con la que Rocío Carrasco ofreció también su relato hace ya casi dos años: un espacio diáfano y un sillón en el que, sentada, rememora los peores años de su vida. "Comenzamos en Gran Hermano, en 2001, y ya desde el principio nuestra relación fue tormentosa porque ya dentro él dio muestras de tener un carácter explosivo", ha relatado. De hecho, él fue expulsado del reality por agresivo, pero ella estaba completamente enamorada y lo defendió: "Conmigo era la persona más encantadora del mundo". Fayna ha recordado detalles, como el día que él cocinó para ella o que le regaló una caja de fresas, su fruta favorita: "Me tenía embelesada".
Sin embargo, pronto empezó el maltrato verbal, el control y el daño físico: "Fue algo tan simple como que íbamos por la calle y dije algo que no le gustó y me apretó tanto las manos que se me saltaron las lágrimas", ha recordado.
Fayna y Carlos tuvieron dos hijos y fueron ellos los que ayudaron a su madre a abrir los ojos: "Me di cuenta de que la pesadilla era real porque ya no estaba sola, la violencia iba en aumento y me aterraba que estas dos personitas pudieran normalizar lo que vivíamos en casa". Y ha añadido: "Empujones, pisotones, hasta llegar a agresiones más graves en las que los golpes no eran lo peor. Lo peor es el miedo que pasas mientras te están agrediendo y piensas que no van a parar". La canaria relata que dejó de ser ella misma, porque condicionó su vida y su comportamiento a las consecuencias y reacciones de su pareja: "Él decía que todo lo que hacía era culpa mía".
Tras más de 10 años de relación, Fayna se rompió: "Hubo un episodio más violento de lo normal, delante de mis hijos, y dije 'hasta aquí". Aun así, continuó conviviendo con Carlos Navarro cinco años más, hasta que lo denunció por un delito de maltrato continuado en el ámbito del hogar. Tras varios años de juicios y recursos, el Supremo dio la razón a Fayna y condenó al Yoyas a cinco años y ocho meses de prisión, donde tenía que haber ingresado el pasado 14 de noviembre. No lo hizo y está en busca y captura: "Mi torturador sigue en la calle. Es un prófugo, condenado que no está dónde tendría que estar. Es una situación injusta, que me está haciendo sufrir a mí y también a mis seres queridos".
"Esto no se vende"
Fayna anunció este lunes el lanzamiento de su vídeo y lo hizo desvelando que lo hacía "sin cobrar nada, porque esta situación no se vende", algo que se interpretó como un reproche hacia Rocío Carrasco y que ella ha querido aclarar este martes: "Cuando dije que daría mi testimonio gratuitamente, lo hice desde mi forma de sentir y pensar y no pensando en Rocío Carrasco. Les aseguro que con la que tengo encima, rondan mil cosas en la cabeza y no precisamente las decisiones que otras personas, en este caso Rocío, haya podido tomar respecto a contar su vivencia".
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