Este domingo, los seguidores de Dani Martín se encontraban con un mensaje enigmático del cantante en sus redes sociales que daba a entender que se retiraba de los escenarios. Sin embargo, tras el revuelo provocado, el artista de 45 años lo aclaró más tarde.
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"Ni me retiro de la música, ni me voy a meter en una cárcel para mejorar como persona ni nada de eso. Necesitaba descansar y es lo que necesito como todos cuando ha acabado una etapa y hay que vivir para empezar otra", explicó en un vídeo en su cuenta de Instagram.
La confusión surgió a raíz de estas palabras, en lo que parecía una despedida: "Soy una persona con tendencia a engordar, con ansiedad, con dificultad para concentrarme y ser capaz de aprender a tocar un instrumento musical de manera que yo considere correcta".
"He aprendido a cantar y no hacerme daño en la garganta en estos últimos tiempos, me tengo que aprender las cosas de memoria, tengo buen oído, me sé todo sobre el pop/rock español, no sé nada de técnica de audio, no sé producir un patrón de batería para una canción", continuó.
"Tuve una banda de éxito. He escrito un montón de canciones que forman parte de la vida de algunas personas. Luego, me separé de mi banda y todo se ha ido convirtiendo en algo muy, muy bonito. Este año la gente decidió comprar entradas para 5 WiZink Center en menos de dos meses; tanto la compra, como la ejecución de los mismos", añadió.
"A veces estoy delgado y otras hinchado. Emocionalmente no soy una persona muy equilibrada, sufro mucho. Disfruto mucho en el escenario, ahora sin beber alcohol mucho más. No soy un gran cantante, tampoco sé si lo hago bien y la verdad que hay algo que me sorprende: que 22 años después siga pasando todo esto con el síndrome del impostor tan grande que tengo; la verdad, me asombra", reconoció.
Antes de terminar, el artista daba las gracias a todos los fans: "Jamás pensé que pasara nada de lo que ha sucedido en esta gira: no me imaginaba un staff así, un sonido así, una banda así, un público así y una vida así como la que tengo. Gracias por todo. Acabar en La Riviera era necesario para mí, antes de volver a la realidad de ser Daniel, el que habita en su sofá, el que bebe vino, el que juega al fútbol mal, pero le pone el corazón. Tocar tierra".
Y, para concluir: "No voy a seguir modas ni a modificar mi sonido para llegar a los Grammy. Prefiero conseguir los Grammy haciendo el reggaetón que hace Jorge Drexler y haciendo los duetos que hace él en sus discos, y seguir ese tipo de caminos orgánicos y sinceros. Pienso seguir siendo quien soy, sólo voy a mejorar como persona. Hasta luego, hasta siempre, hasta cuando surja de verdad".
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