Mientras el artista ofrecía un espectáculo sin igual en Marbella, su mujer Natalia Figueroa celebraba en Ibiza su 83 cumpleaños con su hijo Jacobo Martos. Raphael estuvo impresionante y a sus 79 años es pura energía. Pasión sin control. Talento desmedido. No se acaban los calificativos a la hora de describir al cantante de Linares, que, incombustible, recorre los escenarios españoles para celebrar como se merece sus 60 años en el mundo de la música. En todas las plazas ha colgado el cartel de Sold out, todo vendido, y el público se le ha rendido incondicionalmente.
En esta ocasión le ha tocado a Marbella y a su famoso Festival Starlite, donde el jienense ha ofrecido un faraónico concierto en el que, durante más de dos horas, ha emocionado a un público entregado cantando sus grandes éxitos con un chorro de voz que dejó a todos sin palabras. 'Mi gran noche', 'Yo soy aquel', 'Escándalo', 'Resistiré', 'Qué sabe nadie'... Canciones que forman parte de la banda sonora de la vida de varias generaciones y que Raphael versionó con sus ademanes y peculiares coreografías.
Carmen Lomana
Pero además de sus temas más conocidos el artista no dudó en homenajear a su compañero y amigo Camilo Sesto - fallecido hace casi tres años - dándolo todo al ritmo de 'Vivir así es morir de amor' y desatando la locura entre el público, entre los que se encontraban rostros tan populares como Carmen Lomana, Miguel Poveda o Fernando Martínez de Irujo.
"Es una felicidad enorme encontrarme un año más en Starlite. Soy parte de esta familia desde el principio, desde la primera edición ¡y las que me quedan! Muchas gracias", apuntaba un Raphael cuya retirada parece por el momento demasiado lejana.
Un concierto que coincidió con el 83 cumpleaños de su mujer, Natalia Figueroa, que mientras el artista derrochaba arte en Marbella, celebraba su día en la intimidad en Ibiza con su hijo Jacobo Martos, con quien le vimos recoger a una amiga en el aeropuerto para disfrutar de unos días de descanso en su refugio en la isla pitiusa.