16 años han pasado del fallecimiento de Rocío Jurado. 'La más grande' murió en su casa, en Montealto. Una mansión de la exclusiva urbanización 'La Moraleja' de Madrid, que se vendió a inversor en 2008, pero, tras la crisis inmobiliaria, cayó en subasta pública en 2017.
La finca entró en concurso de acreedores. El precio de salida, 3,8 millones de euros, con una deuda con Bankia de 2,9 millones. La subasta quedó desierta. El juzgado de primera instancia de Alcobendas otorgó en 2018 la propiedad de la vivienda a la citada entidad bancaria. Hace un mes, el banco volvió a poner a la venta esta inmensa propiedad por 3,4 millones de euros, pero sigue sin comprador.
Rocío Jurado quiso que se vendiera, según su testamento, porque que no quería que ningún familiar viviera entre las cuatro paredes donde ella perdió la vida y donde, en sus jardines, anunció que padecía cáncer. Era su hogar y su refugio. Sin embargo, el aspecto actual no tiene nada que ver con cómo estaba cuando aún vivía.
En las fotos del portal Idealista, se ve la piscina climatizada de 95 metros cuadrados vacía y en completo deterioro. También el salón principal, antes decorado con un sinfín de retratos de la cantante como símbolo de su triunfo, ahora está desierto. Es tal el lamentable estado de la casa que no quedan ni las puertas.
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