La pintora sevillana y el hijo del entrenador del Real Madrid ya son marido y mujer. El enlace ha tenido lugar este viernes en Mairena del Alcor, tierra de la novia, que ha escogido un look moderno y atrevido para su gran día. Ana Galocha ha lucido un diseño vintage, inspirado en la moda adlib ibicenca, de silueta sirena y con pequeñas incrustaciones.
Los complementos elegidos por la novia no han dejado indiferente a nadie: unas gafas de sol en dorado y blanco, un abanico de madera y un ramo de estilo rústico. Además, unos pendientes largos en cruz y rematados con diamantes. Feliz, Galocha ha llegado a la Hacienda Los Molinillos en un descapotable y acompañada por su padre y padrino. El novio, Davide Ancelotti, llegó como copiloto en otro coche distinto.
La boda ha sido civil y ha tenido lugar en el mismo sitio donde celebraron su unión Cayetano Rivera y Eva González que, por cierto, era una de las invitadas. La novia se ha encontrado con el novio al ritmo de Manuel Carrasco.
Tras la ceremonia, han disfrutado de un cóctel amenizado por Gioli? & Assia. La cena, para la que se han instalado unas mesas largas con velas y centros florales, constaba de gazpacho amarillo con tomates ligeramente cítricos y langostinos de Sanlúcar; lubina y ternera. Para finalizar, dos postres: cheescake y arroz con leche.
En enlace ha sido el broche de oro para una relación que comenzó hace ya ocho años. Davide (32), hijo de Carlo Ancelotti y su primera esposa, Luisa Gibellini, fallecida el pasado año, y Ana (37) se conocieron en 2014, cuando él era preparador físico en el Real Madrid. Han vivido en Munich, Nápoles y Liverpool, hasta que él volvió al club blanco. Ella es una reconocida artista. Tienen dos hijos mellizos, nacidos en 2019.
