Para los dos era una 'obligación' moral estar este miércoles en el plató de Sálvame y celebrar uno de los grandes días del programa, el de la Fashion Week. El torero tenía que estar para apoyar en público a Ana María Aldón, que diseñó algunos de los vestidos, y acallar los últimos rumores de crisis entre los dos. La hija de 'La más grande', por su parte, no se podía perder esta cita con los amigos que ahora tanto la apoyan, por lo que decidió desfilar para ellos.
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Pero, ¿cómo hicieron para no encontrarse ni en los pasillos ni en pleno directo? Ortega Cano se presentó en el plató para ver el desfile de su mujer y, después de darle dos besos y entregarle un ramo, se fue por donde vino. En ese momento, el diestro abandonó Mediaset, evitando cualquier tipo de encuentro con la heredera universal de la chipionera, Rocío Carrasco.
Ella, por su parte, se estaba vistiendo cuando el torero entraba al plató y este se acomodaba para observar con admiración el desfile de la ex frutera. El matador también pensó en las triquiñuelas que podía hacer 'La Fábrica de la Tele' para forzar el encuentro, por lo que decidió no sentarse en las primeras filas, sino quedarse por detrás (¿por si tenía que salir corriendo?).
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Este momentazo televisivo llegó días después de que Rociito confirmara que ya está todo listo para que el próximo 1 de junio se inaugure, por fin, el museo dedicado a la memoria y al gran legado de su madre en Chipiona. Una apertura que no hará más que avivar las tensiones entre ambas partes familiares. Las invitaciones de la inauguración corren a cargo de la madre de Rocío y David Flores y ella ya lo dejó claro en Sálvame: "Mi familia es la que yo decida".