Esta pequeña localidad tiene tan solo alrededor de 5.000 habitantes y 188 kilómetros cuadrados, sin embargo, es más que suficiente para considerarlo el pueblo más bonito del mundo, según Instagram. Por ello, se ha convertido en el destino preferido para los amantes de la fotografía y las redes sociales.
Bled es uno de los lugares europeos favoritos para los jóvenes, pero ni su historia ni sus monumentos son el motivo para visitar este pueblo, sino las fotos que se pueden realizar en él. Según un estudio de Booking, el 40% de los jóvenes elige su destino de vacaciones en función de lo bonitas que vayan a quedar sus fotos en las redes sociales.
Pero fotografiar bien esta pequeña localidad eslovena situada a orillas del lago glacial Bled y cerca de los Alpes Julianos no es sencillo. Para hacerlo hay que subir al Castillo de Bled, que se encuentra en la cima de un acantilado. Sus vistas dan al lago y al islote en el centro de este, donde se encuentra la iglesia de peregrinación de la Asunción de María, a la que solo se puede acceder en barco y cuenta con una empinada escalera y un campanario. Los más profesionales utilizan drones para poder captar la esencia de este mágico destino.
La cuenta oficial de Instagram de esta localidad cuenta con más de 11.000 seguidores y las publicaciones que se encuentran al teclear el hashtag #Bled son casi 400.000.