La última comida como presidente de Mariano Rajoy es quizás también la más polémica. Ante lo que estaba por venir, el líder del PP se ausentó en la tarde de este jueves de la sesión por la moción de censura impulsada con éxito por Pedro Sánchez y se refugió en el restaurante Arahy. Desde allí siguió a través de la televisión lo que sucedía en el Congreso junto a su equipo durante las más de 8 horas que pasó en el local. Así es el establecimiento que acogió al político en su día más complicado.
Se trata de un local elegante, ubicado en la madrileña calle Alcalá, en lo que era el antiguo Club 31, entre las plazas de Cibeles e Independencia. Es uno de los lugares más emblemáticos de la capital y cuenta con tres salones privados, en los que siempre se han celebrado numerosas reuniones de políticos y empresarios.
Comer en Arahy, cuyo nombre significa 'cambio' en indio americano, no es especialmente caro. Se puede elegir a la carta, combinando un entrante y un segundo, por un precio de 29,50 euros, postres aparte. Entre otros platos, se puede degustar de primero ceviche de lubina sobre media lima, pez mantequilla trufado sobre media lima para pasar después a una selección de platos como los dados de atún rojo picante, el sashimi en flor de atún rojo, el tataki de atún rojo con mayonesa de trufa, un tartar de solomillo o unos callos guisados a la forma tradicional.
El chef José Ynglada es especialista en productos de mar como atún, vieiras, merluza. Si comer de carta no es la opción elegida, hay dos menús: uno a 55 euros y otro a 60 euros (sin IVA), en el que el plato principal es un solomillo después de una degustación de varios entrantes selectos. Esta propuesta es solo para grupos, por lo que es posible que fuera la que escogió Rajoy y su equipo este jueves.
Sea como fuere, en todos los casos las bebidas van aparte. Mariano y compañía acompañaron el vino de la comida con dos botellas de whisky para la larga sobremesa, según ha desvelado OK Diario. A buen seguro que los caldos ayudaron a digerir la derrota del partido y la entrada en la Moncloa de Pedro Sánchez.