La investigación realizada por el Council of Contemporary Families (CCF), un organismo estadounidense que monitoriza las dinámicas familiares, afirma que limpiar los platos sucios es una de las cosas que generan "más discordia en las parejas heterosexuales".
Si apuntamos en un papel las tareas de la casa que todo el mundo odia seguro que sacamos una gran lista con diferentes obligaciones. En el top de tareas más odiadas está la de fregar los platos, tan tediosa y estresante que incluso es capaz de romper a las parejas.
Según el sociólogo de la Universidad de Utah, Dan Carlson, lavar los platos genera conflictos sentimentales porque es una tarea "repugnante, sobre todo, cuando la vajilla se acumula en el fregadero con restos de comida". Además, si hay niños en la casa "los residuos de leche dejan mal olor después de unas horas".
Carlson también apunta a que ciertos quehaceres provocan sentimientos negativos en la persona: "Las mujeres se ven a sí mismas relegadas a realizar tareas que no son deseables, lo que puede generar resentimiento e insatisfacción".
El estudio explica que las parejas que dividen las tareas del hogar tienen una mejor convivencia. No solo eso: compartir la responsabilidad del lavado de los platos es la "fuente de mayor satisfacción para las mujeres con respecto al resto de tareas".
De acuerdo con el CCF, cuando uno de los dos miembros de la pareja termina por hacerse cargo por sí solo de una labor doméstica, aumenta la posibilidad de que tenga un efecto perjudicial en la relación.
