Una madre de dos hijas ha tenido la idea de crear su propia empresa para fabricar todo tipo de accesorios a partir de la leche materna utilizada para amamantar a los bebés durante la lactancia. Estas exclusivas joyas pueden adquirirse a través de Internet por un precio que va desde los 100 hasta los 200 euros.
Ann Marie Sharoupim ha reunificado sus tres facetas, farmacéutica, artesana y madre de dos hijos, para lanzarse a crear su propia empresa, llamada Mamma's Liquid Love (El amor líquido de mamá). Ann crea y ofrece todo tipo de joyas como colgantes, pulseras o pendientes fabricados a través de la leche materna aportada por el cliente.
"Todo empezó con los problemas para amamantar a mis dos hijos. La más pequeña no toleraba la leche de fórmula y una amiga me donó la suya para ayudar. No sabía cómo devolverle el favor y pensé que sería muy especial hacer algo con la leche materna que sobró. Yo soy farmacéutica y mi marido trabaja con patentes así que dimos con una receta que funcionaba. Cuando le di el colgante, lloró y me dijo que era lo más bonito que le habían regalado. Quise propagar esa felicidad", explicaba Ann al diario El País.
Lo curioso de estas creaciones es el increíble parecido con las piedras preciosas nacaradas, tan solo por utilizar este original material, que ha provocado todo tipo de reacciones a favor y en contra: "Mi 'yo' adolescente habría pensado que es algo desagradable, pero después de amamantar a dos hijos, lo llevo con orgullo. Es como una medalla de madre", explicaba la creadora de esta curiosa iniciativa.
Para poder fabricar las piezas únicas es necesario enviar la leche materna en un recipiente perfectamente cerrado con menos 50 mililitros, que es la cantidad necesaria para fabricar estas maravillas maternales, además Sharoupim admite la posibilidad de fabricarlo con leche congelada y realizar ideas personalizadas.
El proceso de fabricación consiste en esterilizar la leche, que según cada madre variará la tonalidad. Posteriormente se encapsula con resina y se crea la joya que perdurará como un bonito recuerdo. "El primer modelo que creé hace un año continúa en perfectas condiciones después de un uso repetido. Ofrezco un año de garantía en caso de que le pase algo a la leche, pero nunca he tenido quejas", explica Ann Marie.
Estas exclusivas piezas de bisutería están cada vez más en auge y no es raro ver diferentes tiendas comerciales donde ofrece este servicio, que pronto podremos ver en otros países: "Las ventas están creciendo gracias al boca a boca, pero no planeo expandir el negocio. No mucha gente sabe que existimos y las madres lactantes lo llevan con orgullo. Sus cuerpos fueron capaces de alimentar a sus hijos. Eso es increíble", defiende.
Además para esta proactiva madre no es solo un mero recuerdo sino una forma de reivindicar y visibilizar la lactancia materna y demostrar a las madres que deben sentirse orgullosas de las horas de trabajo que conlleva amamantar a un niño. "Sensibilizar sobre la lactancia es extremadamente importante. Me frustra escuchar que una madre ha tenido que taparse para alimentar a su niño, porque la gente no nos pide taparnos cuando comemos siendo adultos", declara.