Según un reciente estudio realizado por la Duke University, en Carolina del Norte, se han analizado la relación que existe entre la acumulación de polvo y el aumento de peso. Tras varias investigaciones, los autores llegaron a la conclusión que estos residuos afectan en la producción de determinadas hormonas que favorecen la acumulación de grasa en las células.
Dieta detox, la dieta Raw, duros ejercicios y rutinas imposibles. Todo para poder decir adiós a esos kilos que no nos dejan ni a sol ni sombra pero, ¿y si la culpa fuera del polvo que nos rodea?
Tras varias muestras de polvo recogidas en diferentes lugares de hogares y descubrieron restos de unos compuestos químicos llamados EDCs, o disruptores químicos- endocrinos, que provocaban este efecto en nuestro cuerpo.
Estos EDCs se encuentran en electrodomésticos o muebles de muchos de nuestros hogares y acaban en el polvo que de, forma indirecta, respiramos. Esto es peligroso para los más pequeños de la casa, ya que según estos investigadores, la absorción prolongada de estos elementos podría afectar al funcionamiento de estas células y podrían influir en el desarrollo de la obesidad.
Por eso, estos científicos recalcan la importancia de mantener el hogar lo más limpio posible y así reducir las probabilidades de absorber estas particular a través de los orificios nasales y bucales o la piel.