Muchos estudios ya han demostrado que la siesta no solo es beneficiosa para reponer la energía del cuerpo, sino que resulta casi vital para sobrevivir a la jornada laboral en las temporadas de primavera y verano; porque al tener más horas de luz y altas temperaturas, aumentan la fatiga y el cansancio. Con la llegada del fin de semana, muchos ya están pensando en ese momento de relax justo después de comer en el que echar una cabezadita y desconectar del mundo. Por eso, queremos ayudarte a dormir la siesta perfecta, para que esos minutos de sueño te hagan descansar de verdad.
Saber cuándo se necesita. Aunque la mayoría de las personas se beneficia ampliamente de unos minutos de descanso a mitad del día, no todas tienen las mismas necesidades de reposo. La siesta a media jornada da mejores resultados en aquellos que por algún motivo estén realmente cansados: por haber trabajado en exceso, no haber dormido suficiente la noche anterior o porque el calor les causa mucha fatiga.
Location, location, location. Como en el mundo inmobiliario, con las siestas la ubicación lo es todo. Lo más recomendable para tomar una siesta verdaderamente reparadora es hacerlo siempre en el mismo lugar, en un entorno tranquilo y silencioso, y con una temperatura agradable. De esta manera se logra un sueño de calidad, aunque sea por un tiempo corto.
Comodidad ante todo. La ropa ideal para la siesta es el pijama, pero está claro que no siempre se puede llevar puesto. Para los momentos en los que se tiene poco margen para descansar, se debe hacer todo lo posible por estar cómodo. Desabrochar los botones del pantalón o la camisa, y quitarse los zapatos darán mayor comodidad al rato de reposo.
Ni más ni menos, sino lo justo. Es complicado medir el tiempo justo que se necesita para reponer energía durante el día, pero muchos estudios científicos coinciden en que una siesta reparadora no debe durar más de 30 minutos. Un estudio financiado por la NASA afirma que el tiempo justo para dormir sin alterar las horas de sueño nocturno es de 25,8 minutos.
Dar importancia al sueño nocturno. Aunque el descanso durante el día es una gran ayuda, la siesta no debe ser sustituta de dormir por las noches. El sueño que se alcanza por la noche es el más importante para la salud física y psicológica, porque es mucho más profundo y se da en condiciones que permiten al cuerpo regenerarse y reponerse del desgaste diario.