Según la Sociedad Española del Sueño, las dificultades a la hora de dormir son uno de los problemas de salud más buscados por los españoles, según los últimos datos de 2016. De hecho, hay hasta un millón de búsquedas en Google relacionadas con esta preocupación. Y más en primavera, cuando nuestros ritmos van cambiando, el cambio horario de hace unas semanas y las horas de luz que todos queremos aprovechar. Por eso, queremos darte algunos pequeños (y fáciles consejos) para que puedas dormir a pierna suelta.
DON'T: Usar el móvil antes de dormir
Confirmado: usar el móvil justo antes de acostarse puede sabotear el sueño. Numerosos estudios han confirmado que revisar el teléfono en la cama impide a nuestro cerebro producir melatonina, la principal hormona del sueño, lo que se traduce en síntomas de fatiga e insomnio. Lo esencial es mantener el cerebro en un estado de presomnolencia: luz tenue, ruidos mínimos y actividades como leer un libro son elementos imprescindibles para dormir mejor.
DO: Dormir con los pies en alto
La fuerza de la gravedad ayuda a nuestras digestiones, pero también a las visitas al baño de madrugada. Para mantener el líquido en su sitio y poder dormir 8 horas ininterrumpidas, un truco eficaz es poner los pies ligeramente en alto mientras dormimos, usando un cojín adicional a los pies de la cama.
DO: Mantener los pies calientes
Un viejo truco que nunca falla a la hora de conseguir un sueño reparador: usar calcetines. Y es que calentar los pies fríos ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, lo que indica a nuestro cerebro que es hora de dormir. Cuanto más rápido se produzca este proceso, menor tiempo se invierte en quedarse dormido.
DON'T: Comer pesado antes de acostarse
El peor enemigo del sueño es una mala digestión. Cenar poco tiempo antes de acostarse y, sobre todo, ingerir alimentos demasiado calóricos que impidan una digestión ligera son algunos de los don'ts por excelencia. ¿La solución? Cenar al menos dos horas antes de llegar a la cama e incluir alimentos 'relajantes' como las nueces, el atún o las gambas.
DO: Crear una rutina presueño relajante
Ducharse o darse un baño antes de acostarse es un relajante perfecto, ya que ayuda a desconectar e indica a nuestro metabolismo que es la hora de dormir. Como último truco, nada como volver a los hábitos de antaño: el vaso de leche antes de dormir. No sólo ayuda a conciliar el sueño, sino que influye en la calidad del mismo y hace que nos despertemos mejor. Si, además, optamos por su versión sin lactosa, la digestión y el sueño serán más ligeros y reparadores.
DON'T: La siesta, con moderación
Dormir durante el día es beneficioso para la salud, siempre y cuando se haga con moderación. La clásica siesta de tarde no debe durar más de 20 minutos ni acercarse demasiado a la hora de dormir para no confundir a nuestro metabolismo y desorientarlo de las horas apropiadas de sueño.