Los llamados ciclos circadianos son ritmos diarios relacionados con el reloj biológico. Se inician cuando nos despertamos y finalizan a las 24 horas. En ese transcurso de tiempo experimentamos cambios físicos, mentales y de conducta que corresponden a la presencia y ausencia de luz en el entorno.
El día y la noche, si consideramos ésta la ausencia de luz natural, inciden en nuestro organismo. Por ejemplo, cuando nos despertamos por la mañana la luz solar estimula la melanopsina presente en nuestra retina. Este pigmento comunicará con una parte de nuestro cerebro para que nos pongamos en marcha. En el otro extremo, cuando baja el sol, los intestinos y el cerebro comienzan a segregar más melatonina para estimular el sueño.
Estamos conectados a un reloj y si nos alimentamos según sus indicaciones, al compás del tiempo marcado por la luz, aumentaremos la salud, a la vez que impediremos ese incremento calórico que tanto nos afecta y que se deposita forma de grasa. Cuando hablamos de ART (Alimentación Restringida Temporalmente), nuestro enfoque es el tiempo, no las calorías ni la naturaleza de los alimentos.
El patrón a seguir, es ingerir todos los nutrientes en menos de doce horas, sin alterar nuestra dieta. Comemos por el día, restringimos la alimentación por la noche, permitiéndonos así periodos de ayuno saludable de hasta doce horas. No es descabellado si pensamos en algunos horarios europeos, el inglés, por ejemplo, donde se cena entre las seis y las siete de la tarde.
El doctor Satchi Panda de Salk Institute for Biological Studies en California realizó un experimento fascinante con dos grupos de ratones idénticos. Ambos grupos tenían una dieta alta en grasas y azúcares con las mismas calorías. Un grupo comía y picaban tanto por la noche como por el día, pero el otro grupo sólo tenía acceso a la comida en una franja de horario restringida entre 8 y 10 horas.
Los resultados demostraron que el grupo que tenían el tiempo restringido (ART), tenía un 70% menos grasa corporal y sus miembros no desarrollaron obesidad, colesterol alto,diabetes u otras enfermedades metabólicas, a pesar de tomar la misma comida poco saludable.
La explicación es simplemente que su organismo tenía más facilidad para procesar mejor la comida. Esto implica no sólo no engordar, sino también mantener alejadas enfermedades fuera de control en la actualidad como el cáncer y el alzehimer y otras rebeldes que afectan a la salud cardiovascular. Si además al horario restringido le sumamos las propiedades de una buena dieta mediterránea, mejor que mejor.