La playa de El Ancón, en Carboneras (Almería), no cierra para comer. Pero sí para orinar: la caseta que el ayuntamiento del Levante almeriense ha instalado allí y en la que están los urinarios públicos, sitiados justo detrás del puesto de los socorristas, dependiente de Protección Civil, ha permanecido cerrada con llave durante lo que va de verano, según ha podido comprobar este portal. Justo a un lado del puesto hay un hotel, y al otro lado un chiringuito, pero en ninguno de los dos sitios se dejaba la llave cuando se ausentaba la socorrista. Parece que al menos han rectificado.
Al menos durante una hora al día (más del doble, en realidad), la cerradura estaba echada. "Porque ahí dejamos las cosas y porque ésa es la orden que tengo", explica la propia socorrista. Preguntada por quién le ha dado la orden de cerrar urinarios públicos de playa en unas fechas ebn las que está tan concurrida, la responsable da el nombre de su jefe: "Andrés Caparrós, responsable de Protección Civil de Carboneras".
Nos dirigimos por tanto a Andrés Caparrós, que visita la playa aparentemente con tres vehículos y al menos 8 miembros de Protección Civil para llevar a cabo una tarea en el puesto de socorrista.
Preguntado el señor Caparrós al respecto, por qué unos urinarios públicos han estado cerrados bajo llave a la hora de comer durante un todo julio, responde visiblemente irritado: "Primero, hábleme con respeto, y segundo: le diré que existen motivos".
No obstante, le repetimos la pregunta: "Perdón si considera que no le hemos preguntado con respeto. Con el debido respeto: ¿Cuáles son los motivos que le han llevado a cerrar al público los urinarios?".
La respuesta no llega pero nos dice: "A partir de mañana (era 1 de agosto), le garantizo que estarán abiertos". Uno de los miembros de Protección Civil, que se identifica como Fran, nos dice: ¿Usted sabe quién es el señor De La Cruz de La Voz de Almería? Porque sepa que voy a hablar con él".
Durante al menos 10 ocasiones en distintas fechas del mes de junio este periódico ha podido constatar que los urinarios de la citada playa de Carboneras han permanecido cerrados durante casi dos horas, cuando se ausentaba la socorrista a la hora de la comida. Asimismo, hemos sido testigos de cómo familias con niños pequeños se han visto obligados a orinar en el mar, aun cuando no querían bañarse, o han puesto a los pequeños a hacer sus necesidades en el exterior de los urinarios, cerrados con llave y por tanto inutilizados a la hora de la comida no sabemos por qué.
Andrés Caparrós, coordinador de protección civil de Carboneras, aseguró este lunes a este medio que desde este martes 2 de agosto la situación sería corregida. "Pero no tiene nada que ver con que ustedes me hayan preguntado por ello", matizaba visiblemente contrariado. Sus compañeros en todo momento se mostraron más preocupados por cómo se había dirigido este medio al responsable de Protección Civil para hacer las preguntas sobre por qué cerraban que por responder.
En la foto, una imagen de la playa de El Ancón, en el municipio almeriense. Abajo, otra con los ocho miembros de Protección Civil en el momento en que el reportero trataba de averiguar (sin éxito) por qué cerraban los urinarios a la hora de comer.
