La esposa y la madre del rey Felipe VI han coincidido en un acto en Madrid y han derrochado amor por los cuatro costados. Risas, besos, abrazos y gestos de complicidad que demuestran que si alguna vez hubo roces entre ellas (como se llegó a afirmar), están enterrados y olvidados.
Letizia y Sofía han coincidido este miércoles en la Real Casa de Correos, donde han celebrado el 30 aniversario de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), una organización que contó con la reina emérita como Presidenta de Honor, cargo que ahora desempeña su nuera. Ambas se han mostrado muy cómplices durante todo el acto, compartiendo confidencias, risas y miradas cargadas de cariño.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras pero Letizia, por si las moscas, le ha puesto unas cuantas y ha alabado a la abuela de sus hijas durante su discurso: "La Reina y yo tuvimos una conversación privada hace años (...) Con esa forma que tiene de hablar cuando no está delante de un micrófono, muy dulce, muy de verdad, siempre tan correcta, tan perfecta (...) Me desveló que de todo el apoyo institucional intangible y valiosísimo que nosotros intentamos dar, la FAD es la que mayor satisfacción le había dado (...) Una labor que me ha hecho sentir digna de servir, que me ha hecho ser feliz, por estar y por ser lo que soy".
Palabras e imágenes que desmienten las informaciones publicadas el pasado mes de marzo, cuando se afirmó que doña Sofía había roto a llorar en mitad de una reunión familiar en Grecia. ¿La razón? Según contaba Pilar Eyre, Letizia no le dejaba ver a sus nietas, Leonor y Sofía, algo que le entristecía y le hacía sentir desplazada ya que la otra abuela, Paloma Rocasolano, las veía casi a diario.
Fuera o no cierto, parece que la relación entre Letizia y Sofía en estos momentos va viento en popa, tanto que no sería de extrañar verlas repetir charlas y abrazos en Mallorca este verano.
