Estilo de Vida

El café ya es un producto gourmet para sibaritas

  • Del 5 al 13 de mayo se celebra la Madrid Café Week

El clásico café con leche está pasado de moda. Ahora lo que se lleva es degustar un café como si se tratase de un producto delicatessen. Del 5 al 13 de mayo se celebra la Madrid Café Week, un evento en el que cafeterías muy cuidadas y especiales de la capital van a poner de relieve cómo el café va paso de convertirse en una bebida sibarita.

Actividades como catas de café, menús hechos a base de la bebida o talleres baristas van a llenar de café la ciudad durante estos días. Pero ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo esta bebida está cogiendo alguna de las virtudes de la bebida más cuidada de nuestra gastronomía, el vino?

"Cada vez hay más personas conscientes de que el café puede ser una bebida cuidada, especial y llena de matices; al nivel y voy a decirlo bien alto, de las mayores bebidas gourmet del mundo", asegura Francisco Rábano, director de Yelp en el sur de Europa. "El café de especialidad ha llegado para quedarse disfrutando de su ritual con calma".

En España ha costado algo más que en otros países, pero finalmente el café está recibiendo el reconocimiento como la especial bebida que es y los clientes han empezado a mirar más allá del café típico, a valorar sus variedades y su calidad. En este sentido las aportaciones de los locales han sido cruciales porque no han perdido en ningún momento la fe en arriesgar por un café de calidad. Algunos rasgos destacados de esta apuesta, de esta reconversión del café son:

- Fincas de café. Las cafeterías que apuestan de verdad por el café cuidan mucho sus proveedores; conocen sus fincas y de dónde procede exactamente el café. Se trata de una parte esencial en su proceso de elaboración.

- Bebida de temporada. En contra de lo que se puede creer, el café también depende de la temporalidad. Las cafeterías se preocupan por ello, apuestan siempre por café de temporada, café que está en su momento óptimo. Siempre van renovando lo que sirven para asegurarse que sus clientes lo degustan en el momento más adecuado, que es fresco, y que pueden disfrutar de todo el sabor.

- Sin azúcar, gracias. Ya sabemos que para degustar el café en su máximo exponente, el azúcar no es necesario, aunque para dar este paso, en muchas ocasiones, se recomienda empezar por cafés más afrutados, con sabores más típicos, más extendidos, para ir llevando a nuestro paladar por un viaje que se acerque más y más cada vez al sabor del café más puro y que puedan saborearlo y disfrutarlo como una bebida sibarita.

- Información y educación. Como decíamos, hay que educar el paladar. Para conseguirlo, aunque sea poco a poco, paso a paso, la mejor manera es mediante información y educación. En primer lugar los baristas ofrecen en los propios locales todos los detalles que los clientes reclaman sobre el producto: desde su origen y elaboración, hasta el porqué del gusto que deja en nuestro paladar. Pero además van más allá, puesto que también organizan formaciones en torno a la bebida. Uno de los mayores cambios que se ha visto en los últimos años ha venido precisamente de la mentalidad de los clientes, gracias a la apuesta por educarles poco a poco, la concepción del café ha evolucionado y ahora es mucho más madura.

- Catas. Para completar estos puntos, en su camino hacia lo gourmet, el café, como si de vino se tratase, protagoniza también catas profesionales. En ellas se conjuga la información y educación que comentábamos en el punto anterior, con una profesionalización aún mayor, que sirve para extender todo el espectro gourmet alrededor del café.

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