Megan Maxell dijo una vez que ella debía "ser como el café: a veces fuerte, otras dulces, a veces solo, otras acompañado, pero nunca frío". También, el escritor George Orwell aseguraba que el té es "uno de los pilares de la civilización". Pues bien, seguramente no estaban equivocados. O sí, porque actualmente estas dos bebidas se consumen tanto frías como calientes y la supremacía de una frente a otra es una 'batalla' continúa.
Ambos (por la cafeína y la teína que contienen) nos ayudan a despertarnos y a enfrentar el día con energía. Pero, ¿cuál de ellas es más beneficiosa para la salud? Estudiosos de la Universidad británica de Surrey han podido comprobarlo mediante distintos experimentos, obteniendo resultados sorprendentes.
En primer lugar, se pudo ver que el té puede llegar a despertarnos igual que el café y con el plus de afinar nuestra mente y estar más alerta.
También se comprobó que a la hora de conciliar el sueño (una vez acostados) las personas que prefieren el café tienen muchos más problemas para dormir mientras que las que optan por la infusión se dejan llevar por los brazos de Morfeo mucho más rápido.
En definitiva, según este estudio el té sería mucho más beneficioso, ya que cumpliría la misma función que el café pero sin impedirnos descansar correctamente cuando llegue el momento.