Estilo de Vida

Consejos para que el cambio de hora no te afecte

  • Evitar la siesta y otros trucos que funcionan

Como ya es habitual en estas fechas, la noche del sábado al domingo cuando el reloj marcó las 3 eran las 2. Esto significa que ha llegado el horario de invierno, un cambio que atrasa una hora nuestras vidas -que se hace con el objetivo de ahorrar energía- y que puede llegar a afectarnos de distintas maneras.

La cantidad de luz que recibiremos este domingo al despertarnos será distinta, y por eso mismo nuestro reloj interno sufre una pequeña asincronía con nuestro ciclo día/noche al que tendremos que adaptarlo. La población más sensible a estos trastornos son los niños y los más mayores. Los recién nacidos pueden mostrar alteraciones en su alimentación y a los niños en edad escolar les costará más despertarse. Las personas mayores también pueden sufrir más estos cambios, ya que les cuesta mucho más dormirse y también suelen despertar más temprano.

He aquí algunos consejos para poder sobrellevar este cambio de la mejor manera posible:

1-Cuidado con los pies

Los pies son la parte del cuerpo que más ayuda a mantener la temperatura de nuestro cuerpo a raya, y por ello se los debe tener en cuenta. Además, si estamos acostumbrados a ir al baño nada más despertarnos o justo antes de dormir, debemos acostumbrar el cuerpo a esta hora extra: mantener los pies en alto sobre un cojín ayudará a mantener el líquido en su sitio y a no interrumpir el ciclo de sueño habitual.

2-Engañar al cerebro

Como con el cambio la hora del sueño queda aplaza una hora es muy importante engañar al cuerpo para darle sensación de normalidad creando una atmósfera idónea para conciliar el sueño. Evitar a toda costa la luz directa de ordenadores, tablets o móviles y utilizar cremas o aceites que contengan lavanda nos ayudará a relajarnos y a conseguir que el organismo se vaya habituando a la nueva hora de acostarse.

3-Rituales previos

Además de conseguir crear una atmósfera idónea, realizar unos cuantos estiramientos acompañados de respiraciones profundas nos ayudará a que el sueño posterior sea reparador y profundo y no notemos tanto el nuevo horario otoñal.

4-Leche caliente y a la cama

Aunque parezca mentira una técnica (casi) infalible es la que cualquier madre recomendaría: un vasito de leche caliente (sola o con cacao ya eso dependerá de gustos, dietas, etc) favorecerá a mantener el cuerpo a una temperatura óptima para dormir. ¿El truco? Mejor sin lactosa, y no hace falta que seamos intolerantes, siempre se digiere mucho mejor.

5-Bye Bye siesta

Algo tan español -y placentero- como una siesta no es la mejor manera de adaptarnos a cambios de horario. Es conveniente no dormir durante el día hasta que el cuerpo se ajuste a su nuevo ciclo de sueño.

6- Cenas ligeritas

Cenar mucho nunca es recomendable pero, especialmente en estos momentos menos. Pero, ¡ojo! tampoco se trata de irnos a la cama con hambre, eso sería igual de contraproducente.

7- Fuera cafeína

Evitar consumir durante estos primero días las bebidas con cafeína, alcohol o infusiones como el té nos ayudará mucho en la adaptación.

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