No hay excusas para los científicos. Ducharse todos los días es malo para la salud y, al contrario de los mitos que existen alrededor de esto, la guarrada sería hacerlo a diario. "Interrumpen los procesos naturales de la piel, el pelo y las uñas, y además supone una gran pérdida de agua habiendo tantas personas en el mundo sin acceso a este bien tan preciado", cuenta la especialista Teresa Newsome en el portal Bustle.
Un reciente estudio liderado por el doctor Richard Gallo, de la Universidad de California, apoya dicha teoría y desmitifica el hecho de tener que pasarnos por agua todos los días, explicando las razones. En el estudio se asegura que la capa córnea, que es la más externa de la piel puede verse dañada por el exceso de agua y jabones. Esta capa cumple una función de protección gracias a una serie de bacterias benignas que combaten las infecciones.
La idea es la siguiente: de un día para el otro no estamos sucios (a menos que trabajemos en alguna profesión que lo requiera) y no es necesario hacerlo todos los días ya que estropea la piel, el pelo y ¡hasta las uñas!. Además se debe tener en cuenta que en el cuerpo hay bacterias buenas que ayudan a cumplir los ciclos naturales del organismo y al lavarnos a diario acabamos con todas ellas. Estas bacterias luchan contra los gérmenes y otros organismos dañinos por lo que si la eliminamos puede afectar a nuestra salud.
También según los diversos estudios, tener una piel hidratada y bonita no va de la mano con esta excesiva higiene. Los aceites naturales de la piel no alcanzan a regenerarse corréctamente si nos metemos bajo la ducha a diario y eso afecta a su tacto y su aspecto. Tampoco es bueno para las uñas, ya que las debilita horrores ni para el pelo que lo reseca cantidad y lo vuelve opaco. Así que ya sabéis, ducharnos sí, pero ¡no a diario!.