Las agencias de viaje eran, hasta hace unos años, el lugar de peregrinaje a la hora de organizar tus vacaciones. Hoy, sin embargo, están cerca de convertirse en un museo. Los usuarios cada vez se lanzan más a organizar sus propios viajes y a investigar los destinos por su cuenta pero, ¿cuánto nos ha cambiado Internet?
¿Tiene desayuno y piscina? Pues ya está. Esos eran nuestros imprescindibles a la hora de elegir el hotel en vacaciones. Sin embargo, actualmente, miramos más si tenemos Wifi gratis, porque vivimos conectados las 24 horas del día. Sobre todo si viajamos al extranjero, ya que las tarifas del roaming pueden costarnos caras, aunque claro: a ver quién sobrevive sin 3G más de una semana.
Esa misma necesidad de conexión, de localizar, o de ser localizados, y de ver cuánto ha gustado nuestra última foto en Instagram es la misma que impulsa cada día a más gente a organizar sus vacaciones por libre.
Es posible que el proceso no sea tan rápido como cuando íbamos a una agencia de viajes, pero parece ser que le echamos más ganas, y es que casi la mitad de los españoles entre 25 y 34 años organiza sus vaciones por Internet. Comparar ofertas, ojear blogs y buscar todo tipo de instantáneas puede llevarnos hasta 13 horas: pero bien invertidas, conseguimos un viaje a la carta.

Y si hablamos de viajes a la carta hablamos de la gran especialización que están llevando a cabo las plataformas online de viajes, como openmarket.travel, que directamente ponen en contacto a los viajeros con los operadores en destino. De esta manera puedes elegir tu viaje y el estilo de este: te haces con tu viaje ideal negociando hasta el último detalle a tu gusto, así que nadie podrá copiarte nunca las vacaciones.
Internet también nos ha permitido poder conocer de primera mano las críticas sobre el destino: nada de fiarnos del primo de nuestro amigo, ahora leemos las opiniones de otros usuarios para decidir nuestra reserva. Por esta razón la reputación online es toda una obsesión para algunas plataformas, porque sus beneficios dependen de ello.
Además de las críticas de los desconocidos, hoy día también se tiene más en cuenta a los pequeños de la casa. La opinión de los niños respecto a un destino tiene actualmente casi el mismo peso que la de sus padres, lo que ha llevado a las compañías a calificarlos como su nuevo target. Los nativos digitales pisan fuerte hasta para elegir un hotel.