Tras el acto sexual, hay varias cosas que debes saber si no quieres quedar mal con la otra persona en cuestión y si tienes el objetivo de volverlo a repetir. Son de obligado cumplimiento y, de no ser realizadas, no volverás a saber nada de esa persona. Apunta.
En primer lugar, nunca debes darte la vuelta. Si lo haces, la persona sentirá que no le importas lo más mínimo y, posiblemente, le hagas sentir incómodo. Además, tampoco debes distraer la atención. Por tanto, nada de móviles ni otro tipo de distracciones.
Tienes que saber lo que decir, o lo que es lo mismo, no decir nada inoportuno. Un comentario inapropiado hará sentir mal a tu acompañante. Ni se te ocurra echarle de casa, se sentirá tratado como un objeto.
Por supuesto, no puedes ir al baño ni encender la televisión. Es un momento íntimo, de confesiones. No lo estropees. Tampoco te apropies de casa ajena, no olvides nunca que estás en terreno desconocido.
En esos momentos, no conviene agobiar a la otra persona, por tanto, no estás obligado a dormir o hacer dormir en modo cucharita. Es mejor que cada uno tenga su espacio.
Por último, si se te ha olvidado el nombre, lo mejor será disimular y referirte a otra persona con piropos.