Hormonas como los estrógenos, la progesterona y la testosterona fluctúan durante el ciclo menstrual de la mujer e influyen en el estado de ánimo y en la autoestima de las féminas. Pero no todo es cuestión de hormonas. Durante esos días también se llevan a cabo una serie de cambios en el cerebro.
En el síndrome premenstrual, las hormonas fluctúan y alteran la química del cerebro, provocando altibajos en los estrógenos. Según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el aumento de los niveles de estas hormonas estimulan la liberación de endorfinas y se produce un aumento de la energía, de la felicidad e incluso de inspiración en la mujer.
Pero este aumento del estrógeno también aumenta la conectividad sináptica, lo que afecta a la memoria a corto plazo y la toma de decisiones, que se vuelve menos impulsiva y mucho más lenta.
Según publica la revista Muy Interesante, el dolor menstrual, común en 3 de cada 4 mujeres en edad fértil, varía según la persona y su intensidad puede incluso afectar al funcionamiento cognitivo. Esto se debe a que los dolores más fuertes provocan cambios en el volumen de la materia gris del cerebro. Sin embargo, el dolor menstrual también afecta al funcionamiento cognitivo, por lo que muchas mujeres ven mermada su capacidad para llevar a cabo tareas complejas y su atención se reduce sustancialmente.