La reina Letizia ha sido siempre un referente de estilo y elegancia, tanto por su impecable elección de vestuario como por su cuidado aspecto personal. A lo largo de su reinado, su imagen capilar ha evolucionado considerablemente, con cambios que no han pasado desapercibidos. En sus primeros años como Princesa de Asturias, uno de sus rasgos más distintivos era llevar su melena siempre suelta, sin importar la ocasión o la formalidad del evento. Sin embargo, con su coronación como reina, su estilo capilar dio un giro. Bajo la experticia de su peluquera de confianza, Luz Valero, comenzó a experimentar con recogidos y peinados más elaboradosy sofisticados, convirtiéndose en un verdadero referente en tendencias de cabello.
Desde la popular coleta bubble hasta sofisticados moños de gala, doña Letizia no dudó en explorar y dar rienda suelta a su creatividad en el peinado, adaptándose a los eventos más exclusivos de la realeza. Durante los últimos años, su cabello recogido con precisión y delicadeza se convirtió en uno de los elementos que más llamaba la atención en sus apariciones públicas, consolidándose como un ícono de la elegancia. No obstante, 2024 parece haber traído consigo un inesperado regreso a sus raíces, con una apuesta clara por la melena suelta.
Durante el año pasado, la reina ha dejado de lado, en la mayoría de ocasiones, los peinados recogidos. Solo en tres ocasiones optó por recogerse el cabello, lo que marca un cambio drástico en su estilo habitual. Dos de ellas fueron durante su visita de Estado a los Países Bajos: una, para lucir la tiara rusa en una gala en el Palacio Real de Ámsterdam, y otra, para llevar un peinado recogido que complementara su vestido sin mangas de Benchelall durante una recepción oficial. El peinado recogido no solo destacaba por su delicadeza, sino también porque acentuaba el vestido que dejaba los hombros al aire, mostrando un look de gala muy refinado.
La tercera y última ocasión en la que la reina Letizia recurrió a un recogido fue en julio, durante la inauguración de los Juegos Olímpicos en París. En esa ocasión, su elección fue un elaborado moño alto, realizado con un estilo impecable que combinaba perfectamente con su vestido de Dior. El diseño, lleno de bordados y detalles de pasamanería, pedía a gritos un peinado sofisticado y recogido, algo que Letizia cumplió a la perfección con un moño voluminoso y de acabado pulido.
Sin embargo, desde ese momento, doña Letizia ha optado mayoritariamente por lucir su melena suelta, incluso en actos de gran relevancia en los que habitualmente solía elegir recogidos. El cambio ha sorprendido a muchos, ya que no es común ver a la reina prescindir de peinados más estructurados en eventos de gala, como los Premios Princesa de Asturias, cenas de gala o visitas oficiales internacionales. Este giro hacia un look más natural y relajado refleja un cambio de enfoque en su estilo personal, que parece más centrado en la comodidad y frescura.
El motivo detrás de este cambio aún no está completamente claro. Margarita Velasco, experta en belleza, sugiere que este nuevo estilo puede deberse a varios factores. Uno de ellos es que, con el cabello más largo, los recogidos pueden resultar más incómodos debido a la necesidad de usar horquillas o productos de fijación, lo que puede hacer que el cabello pierda volumen o se vea menos natural. Otra posibilidad es que doña Letizia haya decidido no recoger su cabello por razones de salud capilar, ya que los recogidos muy tirantes pueden contribuir a la caída del cabello, algo que suele ser más notorio con el paso del tiempo.
Por supuesto, como suele ocurrir con las decisiones de estilo, es probable que este cambio sea temporal. Al igual que muchas mujeres, la reina podría estar atravesando una etapa en la que se siente más cómoda con su melena suelta, y en unos meses podría volver a sus recogidos tan característicos. El mundo de la moda y la belleza es dinámico, y a veces los cambios de estilo vienen acompañados de nuevas tendencias que nos invitan a evolucionar. Así, seguiremos observando si la reina Letizia se anima a volver a los recogidos elaborados o si, por el contrario, este estilo más sencillo y natural llega para quedarse.