Estilo de Vida

Expertos advierten que no es lo mismo piel seca que deshidratada: "La falta de nutrientes esenciales puede afectar a la barrera cutánea"

Istock.

Aunque muchas personas tienden a confundir una piel seca con una piel deshidratada, la realidad es que son dos condiciones completamente diferentes que requieren cuidados específicos. La piel seca se caracteriza por una falta de producción de lípidos, lo que se traduce en una sensación de tirantez, descamación y fragilidad. Por otro lado, la piel deshidratada es una condición temporal que se produce por una pérdida excesiva de agua, provocando un aspecto apagado, líneas finas de deshidratación y una textura áspera.

Desde la firma fitocosmética Vagheggi, de venta exclusiva en centros de estética profesionales, explican cómo identificar estas diferencias y qué hacer para devolverle la hidratación y vitalidad a tu rostro, sea cual sea tu tipo de piel.

Piel deshidratada o piel seca: ¿cómo diferenciarlas?

Cuando hablamos de ellas, una de las principales diferencias radica en que la piel seca es un tipo de piel permanente, mientras que la piel deshidratada es una condición temporal que puede afectar a cualquier persona, incluso a aquellas con piel mixta o grasa.

"Hablamos de una piel deshidratada cuando la capa más superficial de la dermis tiene unos niveles de agua por debajo del 10%", explica Ana Sacristán Palos, directora de formación Vagheggi España. ¿Sus motivos? Tal y como añade Sacristán Palos, "esto puede ocurrir por exposición a factores externos como el clima seco, la contaminación, el uso de productos agresivos o incorrectos para el tipo de piel que tenemos o una hidratación interna insuficiente".

En cambio, cuando hablamos de una seca, "esta se produce por una insuficiencia en la producción de lípidos o aceites naturales en la piel. Este déficit suele darse a medida que envejecemos, sin embargo, también puede estar relacionado con factores internos, como los factores genéticos, los cambios hormonales, como los que ocurren durante la menopausia o el embarazo y, en ocasiones, también puede deberse a un déficit nutricional. La falta de nutrientes esenciales, como ácidos grasos omega-3, vitamina E y vitamina A, puede afectar la función de la barrera cutánea".

Asimismo, también existen factores externos que pueden empeorar esta condición. Con ellos nos referimos a los cambios de clima propios de la estación de invierno u otoño o la baja humedad ambiental. "El uso de productos que contienen ingredientes agresivos, tales como las fragancias sintéticas o ciertos alcoholes secantes, pueden agravar las condiciones de la piel seca", añade Sacristán Palos.

El aspecto de ambos tipos de piel también son un rasgo diferenciador importante. Si tenemos la piel deshidratada podemos sentir una sensación de aspereza y tirantez que no tiene por qué ir acompañada de descamaciones. Además, este tipo de piel puede mostrar zonas grasas o más brillantes, especialmente en casos de pieles mixtas o grasas.

En cambio, la piel seca "es más probable que presente descamaciones debido a su escasez de lípidos que la hace más propensa a padecer irritaciones y rojeces. Por otro lado, luce opaca y sin luminosidad ya que carece de aceites naturales. Su aspecto es consistente y no mejorará con una simple hidratación superficial".

Hidratación al servicio de cada piel, incluso, las más secas

"El material genético de cada persona es diferente y de ello puede depender que una persona tenga una piel más propensa a la sequedad o una piel que retenga mejor la humedad. Es imprescindible tomar en cuenta este factor para saber qué activos necesita la piel", indican desde la firma Vagheggi.

En este sentido y para ofrecer a cada tipo de piel aquello que necesita, la firma fitocosmética se ha introducido en el campo de la genómica para desarrollar cosméticos que actúan como tratamientos personalizados al recrear la hidratación intrínseca de la piel. "Esto se logra gracias al cuateteco. Este activo multifuncional ecosostenible, contiene compuestos bioactivos que logran activar las células de la epidermis y la dermis, como los fibroblastos, estimulándolas para que produzcan más ácido hialurónico y colágeno".

En el caso de la piel seca, el contenido de agua de la misma está directamente relacionado con la ausencia o presencia de proteínas estructurales, como el colágeno, y moléculas complejas, como el ácido hialurónico. El equilibrio de la película hidrolipídico que proporcionan la cosmética de Rehydra permite que la propia piel esté protegida y mantenga la hidratación de la capa córnea. "Es capaz de estimular de forma personalizada los procesos internos de las células epidérmicas y dérmicas para ofrecer la hidratación justa a cada piel", afirman desde la marca.

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