Dibujo irrepetible el de Rita Hayworth caracterizada como Gilda en ese clasicazo de Charles Vidor de 1946. La actriz, icono planetario de una época dorada, luce así, como el oro puro mientras deja que se consuma su cigarrillo. Firma esta maravilla Francisco Fernández-Zarza Pérez. El trabajo forma parte de la exposición Jano: medio siglo de carteles y de ilustración, que puede visitarse hasta el 15 de septiembre en Complejo el Águila, en la Biblioteca Regional de Madrid Joaquín Leguina (calle Ramírez de Prado, 3).
El legado de Jano (Madrid, 1922-1992) está ligado al séptimo arte. Conocido por su extraordinario talento para el retrato, forró con sus ilustraciones los cines españoles de estreno en aquellos años gloriosos de Hollywood.
'Bienvenido, Mister Marshall'
Entre sus clásicos, pintó Mogambo, con Ava Gardner, Clark Gable en ese posado cheek-to-cheek y Grace Kelly (1954). También, Los caballeros las prefieren rubias, de Howard Hawks con Marilyn Monroe y Jane Russell (1953); Centauros del desierto, Luces de candilejas, El hijo Pródigo, La ladrona, su padre y el taxista, entre otros muchos.

De la producción patria, Bienvenido, Mister Marshall, obra maestra de Luis García Berlanga de 1953 con Pepe Isbert y Lolita Sevilla; Esa pareja feliz, con Fernando Fernán Gómez y Elvira Quintillá; Atraco a las 3, con José Luis López Vázquez, Gracita Morales, Alfredo Landa y Agustín González.
El Coyote y Flash Gordon
Más allá de su colaboración con las grandes distribuidoras cinematográficas (Chamartín, Filmayer, Mercurio Films o Hispamex), Jano también ilustró portadas de libros y trabajó en publicaciones gráficas y editoriales como Dólar, Ediciones Cid, Aspiraciones. Pintó portadas de El Coyote y Flash Gordon, entre otros personajes literarios.
Artista polifacético, Fernández-Zarza Pérez creó un lenguaje visual que formaba parte esencial de la campaña de marketing de los filmes. El madrileño, cartelista imprescindible del siglo XX, expuso en los vestíbulos de los cines y en las paredes de las calles.
"Sus diseños formaron parte del panorama visual cotidiano de los españoles durante más de cuatro décadas de la segunda mitad del siglo pasado", comenta el comisario de la exposición e hijo del dibujante, Víctor Zarza. Además, Zarza ha puesto en valor el hecho de que su padre "nunca tuvo ocasión de recibir formación artística de ninguna clase". Y añade: "Sus habilidades fueron el fruto vocacional de sus aptitudes innatas y de la perspicaz observación de la obra de otros artistas".