La gastronomía de Barcelona sube a lo más alto. Recopilamos los rincones con vistas maravillosas, áticos, terrazas y rooftops. Con piscina o sin ella (esos cócteles granizados irresistibles), esta es la ruta más refrescante de la capital catalana.
Comenzamos en Beso Pedralbes, en el exclusivo hotel Torre Melina de Gran Meliá de Barcelona. La puesta en escena es un vistoso lounge en los jardines del hotel, piscina exterior y una pequeña playa propia. Ofrecen tres ambientes: la zona de aguas, rodeada de camas balinesas y hamacas; el restaurante estilo Beso Beach; y un espacio para eventos. "Escogemos la materia prima de nuestros platos con cariño y amor. ¿Yla cocina? se mantiene la esencia mediterránea local "con matices vascos que dan como resultado algo único", explican desde Beso Beach. En la carta, su arroz de carabineros, el txuletón de vaca vieja bilbaína, las rabitas de bogavante o sus deliciosos mejillones. En el mismo establecimiento, en la terraza Amaranta, Íñigo Urrechu innova con su restaurante Erre Barcelona. Quédense con el apartado de carnes y disfruten del aroma de las brasas de madera de encina. Como ejemplos, el ragout de ciervo, el entrecot de cebón de Angus; en pescados, el arroz meloso con carabinero con intenso sabor a mar o el txangurro a la donostiarra, en su cáscara. Las verduras van elaboradas sobre madera de naranjo, como el puerro asado con trufa y mantequilla tostada o los corazones de alcachofa. En Torre Melina Gran Meliá. Avinguda Diagonal 662-664.
Nos dejamos caer por Mexicana Rooftop Bar, el nuevo pop up gastronómico de The Social Hub Barcelona. Al frente de los cócteles, el barcelonés Marc Álvarez, propietario de la coctelería Sips Drinkery House. En carta, vibra la cocina mexicana con platos como el ceviche de corvina salvaje; el aguachile de callo de hacha, fresco y picante; la ensalada cobb de elote y aguacate; y los anticuchos de cerdo ibérico. El pop up estará abierto hasta el 10 de octubre. En Cristóbal de Moura, 49.
Y de ahí, al cuatro estrellas Alexandra Barcelona Hotel Curio Collection by Hilton, recién nombrado hotel gastronómico por la Agència Catalana de Turisme y el Gremi d' Hotels de Barcelona. Alberga los restaurantes Solomillo, la Charcutería o Patio. El primero apuesta por el innovador concepto de carne al peso con una magnífica selección de razas bovinas según temporada. Se preparan según el gusto de cada comensal y llegan a la mesa con salsas y guarniciones. La Charcutería nos ofrece embutidos ibéricos, catalanes y tablas de quesos con más de 25 referencias. Y Patio, al aire libre, deslumbra con su cuidado paisajismo y piscina de agua natural. En calle Mallorca, 251, L'Eixample.
Seguimos en ruta hacia Maggiorata. Con su toldo rojo y sus manteles a cuadros, nos adentramos en una callecita de la Toscana. Espacio tranquilo para disfrutar de una copa de Santa Margherita o un lambrusco bien frío. Recomendados: los spaghetti vongole y el vitello de solomillo, que se corta al momento y se sirve con una demi-glace, salsa tonnata, a base de atún, alcaparras y anchoas (D'Enric Granados, 14, L'Eixample).
En el renovado Salt, en el W Barcelona (Passeig del Mare Nostrum, 19, Ciutat Vella), probamos el arroz de sepia y gamba roja de Huelva, el negro con lascas de bacalao, y el de bogavante. De postre, crema catalana con carquinyolis y el bracito de nata y yema quemada. Y en Rumbla, lo nuevo del Grup Arenal (en Rambla de Catalunya) encontramos gastronomía mediterránea y música en vivo. Destacan las mini brochetas variadas, el hummus de zanahoria, la picaña ibérica a la brasa, el arroz sarandonga con bacalao y el aguacate a la brasa con pico de gallo.

