Fundado por Eduard Xatruch, Oriol Castro y Mateu Casañas, en Barcelona, ha sido elegido el mejor del mundo en The World's 50 Best, celebrado en Las Vegas.
Ellos lideran la lista y son otros tres los restaurantes españoles los que se colocan entre los cinco mejores restaurantes del globo. Así lo han decidido los votantes de la prestigiosa clasificación de The World's 50 Best, cuya gala se ha celebrado el miércoles en Las Vegas.
Con una culinaria bien distinta se sitúa Asador Etxebarri, en Axpe (Vizcaya), en el segundo puesto, mientras que en el cuarto se sitúa DiverXO, con la arrebatadora, revolucionaria y radical propuesta de Dabiz Muñoz, quién sí que es cierto que ha bajado un escalón, ya que el año pasado se asentó en el tercero. Que la cocina española está en su mejor momento también lo demuestra el subidón que ha protagonizado Quique Dacosta, ya que su casa de Dénia sube del 20 al 14. La buena noticia es que se mantiene entre los 50 mejores, lo mismo que Elkano, a pesar de haber descendido del 22 al 28. Pero ahí se encuentra bien colocado en el mapa gastronómico mundial. Albert Adrià se levanta del 82º para hacerse con el 59º. Peor suerte ha tenido Ángel León, cuyo Aponiente, en el Puerto de Santa María, ha navegado hacia el 72º cuando se encontraba en el 64º, aunque la bajada más destacada la protagoniza Andoni Luis Aduriz y su Mugaritz, ya que desciende hasta el 81º, ya que durante este año se encontraba en el 31º.

Volviendo al mejor restaurante del mundo, Eduard Xatruch, Oriol Castro y Mateu Casañas se conocieron, se formaron y trabajaron juntos durante más de 16 años en elBulli como mano derecha de Ferran Adrià hasta el cierre del restaurante, hoy convertido en museo. Lo que significa que cuando el templo de Cala Montjoi fue reconocido como mejor restaurante del globo en las ediciones de 2002, 2006, 2007 y 2009 ellos formaban parte del equipo. Sin embargo, como bien ha confirmado Casañas, visiblemente emocionado durante su intervención durante la ceremonia: "Cuando uno vive esto en primera persona, es increíble". Es la tercera vez que un restaurante español es reconocido como mejor del mundo, ya que El Celler de Can Roca, dirigido por los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca lideraron el ranking en 2013 y 2015.

La experiencia 'premium', 1.050 euros
Tras el cierre de elBulli y de dar forma a la Bullipedia, inauguraron primero Compartir en Cadaqués, cuyo proyecto cuenta con una sede en Barcelona, y dos años después, abrieron Disfrutar, que cumple ahora su primera década en su mejor momento. Además de este reconocimiento internacional, el año pasado fueron distinguidos con el Premio Nacional de Gastronomía y su templo de innovación y vanguardia brilla, por fin, con la tercera estrella Michelin. Ninguno de los tres es capaz de imaginar una vida profesional por separado. Están de acuerdo en que sienten una responsabilidad y un respeto hacia el cliente, porque para ellos es lo más importante. No le pueden fallar, por eso, trabajan para ser siempre mejores. En sus horas de investigación, buscan texturas y sabores, pero también generar sorpresa y emoción. Es decir, que cada elaboración aporte algo nuevo. En cada una, hay producto, técnica y una inspiradora tradición. Creatividad, entendida como ver lo que nadie ve. De hecho, en lo que llevamos de 2024 yan han ideado 35 elaboraciones nuevas y desde que abrieron el restaurante contabilizan unos 700. Son de los pocos cocineros que abren caminos y comparten su trabajo. De ahí que numerosos cocineros del globo hayan adoptado algunas de sus técnicas más vanguardistas. Para ellos, es un orgullo. Al referirnos a esas técnicas que han marcado un camino, sin duda, una de ellas es la de las espumas de masa fritas, cuyo plato emblemático es el pan chino con caviar y crema agria. También, la multiesferificación inversa, que aplican en el multiesférico de coco, que comparte plato con unas sepietas thai, el trabajo de las burbujas sólidas de grasa, los coulants nixtamalizados, en los que no entra en juego ni la harina ni el huevo, los mousses salados, que ya elaboran de aceituna y de pichón, los glaseados salados y el trabajo de los hojaldres de aceite de oliva virgen extra con grasa de jamón ibérico o de tuétano, hechos sin harina y con obulato, súper ligeros y crujientes.
La propuesta consta de dos menús: Disfrutar Classic y Disfrutar Festival, formado por las nuevas creaciones, y el precio es de 290 euros más los 160 de la armonía de los vinos. Y, quien desee vivir la experiencia en la mesa viva, debe abonar 1.050 euros, si acude una persona sola y, si está ocupada por cuatro, es de 415.