El cocinero español, con una treintena de establecimientos, lanza la propuesta y busca inversores para su Bazaar Meat, valorado en 50 millones de dólares, con el objetivo de democratizar las inversiones dentro de la escena gastronómica.
Además de contar con un imperio gastronómico, José Andrés es el chef que actúa allá donde se le requiere para acabar con la falta de alimentos en el mundo y atender a los más, necesitados víctimas de cualquier catástrofe natural siempre al frente de su ONG World Central Kitchen. Por eso mismo, suyo es el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, ha sido nominado al Nobel de la Paz y acaba de recibir el TRT Workd Citizen Lifetime Achuevement Award. Dicho esto, estamos de acuerdo en que la mente de José Andrés bulle como pocas. Porque, seguimos hablando de reconocimientos, lo mismo es reconocido como una de las personas más influyentes del mundo por la revista Time, que gana un Emmy por la serie gastronómica José Andrés and Family in Spain, que protagoniza junto a sus hijas y en cuyos capítulos muestra a los espectadores americanos que España es el país más rico del mundo gastronómicamente hablando (foto inferior).

¿Lo último? Una vez que ha contribuido a llevar la Marca España por Estados Unidos para que el americano de a pie se convenza de que aquí nos alimentamos de muchas más delicias que de paella, su gran idea, recién salida del horno, ha sido su intención de democratizar las inversiones en el sector de la restauración. Es decir, José Andrés (Mieres, 1969) anda buscando pequeños inversores, que se conviertan en socios de uno de sus restaurantes. Les explico. Quien lo desee se puede unir a él en Bazaar Meat desde los 500 dólares, ya que su intención es ir más allá de la unión con fondos de inversión y grandes empresarios para asentar una democrática "primera ronda de inversión comunitaria". Es así como denomina esta acción en la que, según publica The Limited Times (newsrnd.com), la oferta va dirigida a inversores cualificados con conocimientos financieros, entre otros criterios. Y, en cuanto a los pequeños inversores, estos tienen sus límites dentro de una operación en la que el chef pretende recaudar entre uno y dos millones de dólares para invertir en la cocina y el mobiliario del establecimiento. Es lo que considera una manera dar facilidades a esos empresarios que desean invertir en el escenario gastronómico, de ahí que abre la puerta del proyecto culinario, convertido en un destino gastronómico dentro de un rascacielos, el Bank of America Tower, en Wacker Drive. Se trata de una versión del ya conocido The Bazaar en el que la carne es protagonista. Entre la propuesta, destacan los cortes de Kobe, de distintas piezas argentinas, así como nuestro cochinillo y, por supuesto, jamón ibérico, patatas bravas y tortilla. Además, para la decoración, el cocinero, afincado en Washington, ha contado con el interiorista español Lázaro Rosa-Violán. En el mismo emplazamiento, Bar Mar es un moderno bar en el que disfrutar de unas ostras armonizadas con diferentes cócteles.
Según se puede leer los papeles oficiales de la oferta, José Andrés prevé tener este año unos ingresos de 18 millones de dólares en el restaurante y un beneficio del 5,3 por ciento, cifra calculada sin tener en cuenta intereses, ni impuestos, amortización, ni gastos de gestión. Asimismo, pretende hacer crecer la rentabilidad hasta alcanzar unos ingresos, que se acerquen a los 23 millones de dólares con un margen del 11,4 por ciento en el año fiscal de 2028, equivalente a unos 2,6 millones brutos. Además, el beneficio bruto total esperado antes de honorarios de gestión durante cinco años asciende a 9,5 millones de dólares. La valoración de 50 millones de dólares es, por tanto, unas 19 veces el resultado bruto esperado para 2028. Es una valoración muy exigente, sobre todo para una participación minoritaria, que será del 3,85 por ciento, y sin derecho a voto. Por eso, como compensación, los accionistas tienen ciertas ventajas, según la inversión. Entre ellas, quien haya participado con entre 1.500 y 9.999 dólares puede acceder antes a la reserva de la mesa tanto en Bar Mar como en Bazaar Meat y hacerse con una tarjeta regalo de 150 dólares para gastarse en el restaurante. Y, quienes hayan contribuido con entre 10.00 y 49.999, la invitación se refiere a una degustación, al acceso sin esperas a una mesa y a una tarjeta regalo, que asciende a 1.500 dólares. Por último, quienes hayan invertido más de 50,000 dólares poseen un 40 por ciento de descuento y tienen derecho a la invitación a una degustación, así como el acceso anticipado a las reservas tanto al citado establecimiento como a otros del grupo Thinkfoodgroup, que engloba cerca de treinta espacios.
Su enfrentamiento con Donald Trump
Entre sus últimas aperturas, destaca las sedes de The Bazaar en el espectacular hotel Waldorf Astoria, en Washington, que tantos quebraderos de cabeza le ha provocado, debido a su enfrentamiento con Donald Trump, y en el Ritz-Carlton, de Nueva York, donde dirige, junto a los hermanos Adrià, Mercado Little Spain, en el barrio de Hudson Yards. Por su parte, Jaleo, el concepto con el que introdujo nuestras tapas en Estados Unidos hace treinta años, ya es un proyecto consolidado en el hotel Atlantis The Royal, de Dubái, destino en el que todos los cocineros quieren estar ya que se ha convertido en una de las nuevas capitales gastronómicas mundiales. De hecho, Dani García triunfa con Leña y Smoked Room; Paco Morales, quien acaba de conseguir la tercera estrella para Noor, acaba de aterrizar con Qabú, mientras que Dabiz Muñoz ultima la apertura de una sede de StreetXO; Martín Berasategui ultima su proyecto, de nombre Jara, y José Pizarro prefirió desembarcar en Abu Dhabi.