Estilo de Vida

Maria Callas: la biografía novelada de la diva del 'bel canto' el año en que cumpliría un siglo

Callas, 'tan fiera, tan frágil'. Potente perfil de la diosa de la ópera en esta biografía de Alfonso Signorini. El libro coincide con el centenario de su nacimiento, en Nueva York en 1923.

Empezó cantando en tugurios de Nueva York y fue explotada por la codicia de una madre sin escrúpulos. La joven Maria, cuando llegó a Italia para iniciar su carrera, tuvo que hospedarse en una lúgubre pensión y luchó por dejar atrás su niñez. Así arranca la biografía novelada La vida de Maria Callas. Tan fiera, tan frágil de Alfonso Signorini. Está editada por Lumen en castellano, con traducción de María Pons Irazábal. Coincide este lanzamiento con el centenario de su nacimiento, en 1923, en el seno de una familia de inmigrantes griegos en Nueva York.

Callas, la voz operística más importante del siglo XX con su sensualidad y su estilo deslumbrante, hunde sus raíces en una modesta infancia en los años 20 neoyorkinos. A los 13, regresó con su familia a Atenas, donde comenzó a modelar su voz. Entre 1940 y 1945 se unió a la compañía de la Ópera de Atenas donde comenzó a destacar. El Metropolitan Opera House de Nueva York le ofreció un contrato que ella rechazó. Fue enconces cuando Maria se mudó a Italia. En Verona debutó en 1947 con La Gioconda de Amilcare Ponchielli.

Onassis, amor feroz

A partir del estreno de Verona, Callas no paró. Turandot, de Puccini; y las óperas verdianas Aida y La forza del destino. También, Tristán e Isolda, de Wagner. La diva ya estaba instalada en el éxito. Su interpretación de la tragedia lírica Norma, de Vincenzo Bellini, supuso su total consagración. El estreno tuvo lugar en Florencia en 1948. Su carrera ya era imparable.

Convivió la soprano con una constante zozobra en sus relaciones amorosas. En 1950, coincidiendo con sus primeras interpretaciones operísticas, se casó con el industrial italiano Giovanni Battista Meneghini. Diez años después, en 1960, conoció al multimillonario armador griego Aristoteles Onassis.

La artista deja a su marido y comienza una cinematográfica y complejísima historia de amor y dependencia con el todopoderoso magnate griego. Como refiere el autor, con él vivió un enamoramiento feroz.

Un perfil más escabroso y sórdido del magnate es el que recoge la biografía Cast a diva: The hidden life of Maria Callas, escrito por Lyndsy Spence. En este libro, la autora asegura que la madre de Maria llegó a inducir a la joven a practicar la prostitución para salir adelante. También, que Callas se quedó embarazada en 1966 y Onassis la obligó a que abortara. Incluso sugiere que el griego la incitó a tomar mandrax, una potente y adictiva droga, para abusar sexualmente de ella. El mandrax es metacualona, un medicamento sedante hipnótico con efectos similares a un barbitúrico que afecta al sistema nervioso central.

Un gramófono en París

En 1968, sufrió el abandono abrupto de Onassis, que la deja para casarse con Jacqueline Kennedy, entonces viuda del presidente norteamericano John F. Kennedy. La ruptura le partió el corazón. Comenzó entonces una etapa francesa de nostalgia y soledad para la estrella operística. Fue en 1970.

Callas poseía un apartamento parisino en la céntrica avenida Georges Mandel. Un sofá dorado y un gramófono fueron toda su compañía. Allí vivió los últimos 15 años de su vida, hasta su muerte en 1977. El autor hace mención a sus intentos de suicidio. De carisma único y glamour indescriptible, la soprano murió sola.

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