Impresionantes esculturas realistas del artista madrileño para conmemorar el 70º aniversario de su nacimiento. Además de esta muestra, se exponen obras de Juan Muñoz en la galería de David Zwirner en ARCO.
Realidad y ficción se dan la mano en la exposición escultórica Todo lo que veo me sobrevivirá. Una gran retrospectiva de Juan Muñoz, renovador de la escultura contemporánea, en el año en que hubiera cumplido 70. La frase que da título a la colección es una cita de la poeta rusa Anna Ajmátova que el artista escribió en sus cuadernos donde preparaba la exposición de la Sala de Turbinas, en la Tate Modern en Londres. Aquella instalación supuso para el escultor madrileño la cima de su trayectoria. Además, significó un hito en la historia del arte contemporáneo español. Su trayectoria, fulgurante desde su primera exhibición en 1984, se vio truncada por su prematuro fallecimiento a los 48 años.
La muestra, en la Sala Alcalá 31 (Madrid), recorre sus últimos trabajos, los más reconocibles. Su obra está instalada en este gran espacio proyectado por la singular arquitectura de Antonio Palacios. Gracias a la doble altura de techos y la multiplicidad de los puntos de visión, el visitante puede disfrutar de las esculturas desde diferentes perspectivas.

La risa compartida
Destacan la potente la teatralidad de sus figuras y la gran puesta en escena: desde Plaza (1996), una congregación de 27 personajes asiáticos que socializan a través de una risa compartida, hasta Con la corda alla boca (1997), una inquietante pieza que representa una trapecista que fue retratada por Degas. También impactante, el hombre frente a un espejo (Allo Specchio) o Dos centinelas sobre suelo óptico (1990). La ilusión y la magia del teatro y el circo dan paso a juegos de espejos, balcones y trampantojos. Esta instalación coral fue concebida para el Palacio de Velázquez en la exposición que le dedicó el Museo Reina Sofía en 1996 a Juan Muñoz. Ahora regresa a Madrid por primera vez. A lo largo del recorrido, el visitante puede verse como parte protagonista de la muestra.

Tentetiesos que vigilan
Los pasillos de las galerías muestran fragmentos decorativos que señalan umbrales, una figura de una mujer con medio cuerpo pintado de azul, tentetiesos que vigilan y un coche accidentado.
"Él decía que hacía estatuas, no esculturas. El público puede ver que hay figuras con los pies cortados. Juan Muñoz trabajaba en borrar el límite entre realidad y ficción. Todas sus piezas son como teatros en busca de autor", ha detallado el comisario de la muestra, Manuel Segade, a Europa Press.
Esta exposición del madrileño, Premio Nacional de las Artes Plásticas 2000, coincide con ARCOMadrid, donde están presentes dos de sus obras (de 850.000 y 800.000 euros respectivamente). Se encuentran en la galería de David Zwirner, stand que los reyes Felipe VI y Letizia visitaron el jueves 23 en su recorrido por la feria.