Con permiso de la tortilla de patata, el jamón es el producto estrella de la gastronomía española. Si bien es cierto que no todos los jamones son iguales (hay que tener claro cómo diferenciarlos de las paletillas), todos tienen algo en común: la pata se suele secar con el paso de los días.
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Una vez empezado, es fundamental saber qué hay que hacer para conservarlo en buen estado. En primer lugar, es vital mantener colocarlo en un jamonero. Y no solo es importante para su conservación, sino también lo es para hacer el corte.
¿Cómo colocar el jamón?
A la hora de colocar el jamón, lo más habitual es poner la pezuña hacia arriba, para que así cortemos primero por la parte más jugosa y dejar la babilla (la más seca) para el final. No obstante, si se cree que no se terminará en el plazo de un mes, se recomienda hacerlo al revés. Así, la carne jugosa no se resecará y durará más tiempo.
¿Cómo conservar el jamón?
Tienes que saber que el jamón no es amigo ni de la humedad ni del calor. Por tanto, para que el jamón se conserve en un estado óptimo, se recomienda situarlo en en lugar fresco y seco.
El mejor truco para que no se reseque
Además de lo que hemos señalado líneas más atrás, la cortadora de jamón Raquel Acosta ha compartido una serie de trucos en su cuenta de Instagram para que el jamón no se seque y no pierda su jugosidad.
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El que más éxito tiene es el que utiliza aceite de girasol. Para ello, tienes que verter poca cantidad en un bol y, después, mojar un papel de cocina doblado en cuatro en él. A continuación, hidrata poco a poco el exterior de la pata de jamón. Eso sí, trata de no frotar.
Esta profesional recuerda que, para empezar un jamón, la mejor forma es hacer un corte profundo cerca del 'cuello' de la pata, siempre bien sujeta del jamonero. Luego se limpia la parte del cuello con un cuchillo afilado que no sea demasiado largo y, por último, el resto de la pieza, hacia abajo.