Cualquier época del año es buena para disfrutar de unos deliciosos churros y un chocolate caliente. Pero parece que durante las Navidades apetece más pegarse este festín calórico para combatir el frío (este año más bien poco). Quizás desconoces que los churros se empezaron a consumir en Cataluña a inicios del siglo XIX y que su nombre se debe a las ovejas churras de la península ibérica. Si bien es cierto que otros aseguran que su origen está en China.
Lea también: El pueblo perfecto para una escapada en Reyes: está en Huesca y acaba de ser elegido uno de los mejores del mundo
La receta es sencilla, pues los ingredientes de los churros son el agua, la harina y la sal. Lo complicado viene en la elaboración, pues para hacer unos churros crujientes y poco grasientos dependerá de la labor del maestro churrero, que los freirá en abundante aceite de oliva o girasol durante unos minutos.
Churrerías en España hay mil, pero solo hay unas pocas seleccionadas que están en las rutas de los amantes de este producto tan castizo: estas son algunas de las churrerías más populares de nuestro país.
Churrería San Ginés (Madrid)
Nuestra ruta no podía empezar en otro lugar. Enclavada en pleno centro de Madrid, a medio camino entre la Puerta del Sol y el Teatro Real, es una de las churrerías más famosas de la capital. Fundada en 1894, el bar recuerda los cafés de finales del siglo XIX: cuenta con dos plantas en los que hay mesas de mármol blanco y mostrador revestido de azulejería. Las paredes están llenas de fotografías de personajes célebres que han parado por allí.

Café de Arenal (Bilbao)
Viajamos ahora al norte, concretamente a Bilbao para detenernos en el Café del Arenal. Se encuentra en la entrada del Casco Viejo, frente a la iglesia de San Nicolás, y ha sido renovado recientemente. Sus churros con chocolate son conocidos en toda la ciudad.
Churrería La Malagueña (Málaga)
Aquí la especialidad son los tejeringos, la variedad más antigua y artesanal de los churros. "Preparamos la masa, rellenamos la jeringa, dibujamos los churros sobre el aceite uno a uno, los freímos con aceite de calidad y la temperatura perfecta para conseguir el mejor resultado, y directos a la mesa", señalan en su web. Situado en la calle Sebastián Souvirón, el local se inspira en las cafeterías de los años 60 y 70.
Horchatería Santa Catalina (Valencia)
Es el local más típico de la ciudad del Turia. Muchos turistas (y valencianos) acuden aquí para tomarse una horchata, pero en invierno sirven unos churros y un chocolate excelente. Está situada en el barrio del Carmen, al lado del Miguelete, y cuenta con dos siglos de tradición. Ojo a su fachada de azulejo valenciano tradicional.

Churrería Layetana (Barcelona)
Para muchos es la mejor churrería de Barcelona. Este pequeño local se encuentra en la bulliciosa vía Laietana, en el barrio Gótico, cerca del Museo Picasso y de la Catedral. Sus churros, porras y chocolates de receta propia llevan conquistando a sus clientes desde 1985.
La Fama (Zaragoza)
En la calle Prudencia, próxima a la Plaza del Pilar, está esta popular churrería en los que se suele formar una larga fila de los que acuden para tomarse su tradicional chocolate con churros. Un clásico del centro de Zaragoza.