Hace unos días, se viralizaron unas imágenes de un joven que amenazó e intentó apuñalar con un cuchillo de grandes dimensiones a varios agentes de la policía en una avenida de Alcobendas, Madrid. Finalmente, fue reducido en la acera con una pistola táser.
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Según informó la Policía Local de la localidad, el chico había intentado autolesionarse con el cuchillo, que tenía una hoja de 30 centímetros. El arrestado padece una enfermedad mental y todo indica que sufrió un brote de esquizofrenia. "¡Es un enfermo, cómo vais a disparar!", gritaba un familiar desde el balcón a las patrullas que allí se personaron.
Problema primario de salud mental
La esquizofrenia es una enfermedad que sufren más de 400.000 familias en España, según los datos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam).
Está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema primario de salud mental. De hecho, se estima que la esquizofrenia afecta 24 millones de personas, es decir, a 1 de cada 300 (0,32%), aunque se cree que un 1% de la población mundial desarrolle alguna forma de este trastorno a lo largo de su vida.
Las personas que padecen esquizofrenia interpretan la realidad de manera anormal. Esta enfermedad puede llegar a provocar alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento y el comportamiento, que afecta al funcionamiento diario. Los pacientes deben recibir tratamiento de por vida, pues todavía no hay cura. Un diagnóstico precoz ayuda a que no desarrollen complicaciones graves.
Signos de alerta en adolescentes
Sobre este asunto trató Futura, el programa de televisión presentado por Cuatro. El psiquiatra José Cabrera explicó que no existe forma de saber si tenemos tendencia a la esquizofrenia y que puede haber gente sin antecedentes en su familia que sufra esta enfermedad.
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No obstante, hay signos de alerta que podrían advertirnos de que nuestros hijos padece esquizofrenia. "Si fracasa estrepitosamente en los estudios, se queda sin amigos, se queda encerrado en el cuarto, empiezan a gustarle los libros raros, empieza a estar solo y se le ve hablar con él mismo, esos son signos de alerta y habría que ir inmediatamente al médico de cabecera".
Cabrera aclaró que "las personas con esquizofrenia no son violentas por lo general y mucho menos si toman medicación" y recomendó a las familias que sufren este problema tener "paciencia, cariño, saber que está enfermo y ponerse en manos de un profesional lo antes posible" para que esa persona puede tener una vida normal con un tratamiento.
