La llegada del verano implica que muchos hábitos cambien por completo. Quizás, donde más se note el calor sea en la alimentación, ya que durante estos meses estivales se suele aparcar los platos de cuchara apostando por productos más frescos como el gazpacho, el salmorejo, las ensaladas...
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No obstante, las verdaderas estrellas de la temporada son las frutas como el melón o la sandía, alimentos vitales para sobrevivir las extremas temperaturas que lleva soportando España desde hace más de una semana por la ola de calor, pues contienen un alto porcentaje de agua: el 91,8% para el melón y el 91,4% para la sandía por 100 gramos.
Ambas frutas son de la misma familia, Cucurbitaceae, pero tienen sus diferencias. Las sandías necesitan una temporada de crecimiento larga y cálida, además de un suelo muy bien drenado y ligeramente ácido. El cultivo de los melones es exactamente igual, lo único que el nombre responde a un grupo de frutas: hay melón canario, melón gaia, melón de invierno, melón snap...
Buenas opciones para adelgazar
En términos nutricionales, el contenido calórico del melón y la sandía es muy parecido. El primero contiene 36 kcal y la sandía 30 kcal por 100 gramos, por lo que apenas hay diferencias. En este apartado, el melón contiene 5,69 gramos de azúcares totales por 100 gramos, mientras que la sandía 6,2 gramos por 100 gramos, al contener más fructosa que sacarosa o glucosa.
Como vemos, estas dos frutas, ricas en agua y bajas en calorías, son buenas opciones para la pérdida de peso. Además, un estudio que comparó las galletas bajas en grasa y las sandías concluyó que las sustitución de las primeras por las segundas aumenta la saciedad hasta 90 minutos después de su consumo.
Proteínas, vitaminas, minerales...
Por otro lado, el melón contiene 11,1 gramos de proteínas por 100 gramos por los 0,61 g por 100 g de la sandía. En lípidos, apenas existen diferencias: el melón tiene 0,1 g por 100 g y la sandía 0,15 g por 100 g. De hidratos de carbono gana la sandía al contener 7,55 g por 100 g por los 6,58 g por 100 g.
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El melón es más rico en fibra: 0,9 g de fibra por 100 g, y la sandía solo 0,4 g por 100 g. En cuanto a vitaminas, el melón es rico en vitamina C, B6 y K, aunque carece de vitamina A, B1 y B5. En cambio, la sandía sí es rica en vitamina A, B1 Y B5. Las dos carecen de vitamina D.
Ya por último, hablamos de minerales. Aquí el melón gana la partida al contener 0,34 mg de hierro, 11 mg de calcio, 182 mg de potasio y 0,06 mg de cobre por cada 100 g. La sandía contiene más zinc (0,1 mg) y fósforo (11 mg por 100 g) y es más baja en sodio, con 1 mg por 100 g.