El Museo Nacional del Prado ha rehabilitado el espacio arquitectónico de la Galería
Jónica norte para ampliar la visibilidad de sus colecciones de escultura y artes
decorativas de manera permanente.
La Galería Jónica del Museo del Prado, situada junto a la Galería Central, en la primera planta, es uno de los espacios más nobles del recinto. Después de tres décadas cerradas, y tras una reforma arquitectónica del espacio y una cuidada remodelación, se recupera para la exposición de la colección de esculturas del museo que recorre más de veinte siglos de historia, desde el antiguo Egipto hasta el Barroco, pasando por la Roma clásica y el Renacimiento.
Las 56 piezas, la mayoría de las cuales no habían sido exhibidas hasta ahora, se exponen a lo largo de una luminosa galería de 175 metros cuadrados en el ala oeste del Museo, sobre la puerta de Velázquez.
Con la intervención, el Museo recupera el espíritu de la actuación del arquitecto Alejandro Sureda que, en 1881, ya concibió –con otros planteamientos– este espacio para la exhibición de obras de escultura. La intervención ha contado con el apoyo de American Friends of the Prado Museum y el patrocinio de The Engh Foundation.