Suele ser habitual que cometamos el error de considerar a los cacahuetes como fruto seco cuando en realidad no lo es. Quizás muchos piensen así porque este alimento, ideal para deportistas, se encuentra en el mismo lineal que las almendras, las nueces o los surtidos de frutos secos.
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Los cacahuetes son legumbres. De hecho, pertenecen a la misma familia que los guisantes y las lentejas. Eso sí, las proteínas que contienen son muy parecidas a las de los frutos secos de cáscara. Esta es la razón, por cierto, por la que las personas que son alérgicas a los cacahuetes pueden serlo también de los frutos secos de cáscara.
Al contrario que la mayoría de las legumbres, este alimento no requiere remojo ni cocción por un tiempo determinado. Para consumirlo, tan solo debes retirarle la cáscara, algo que recuerda a los frutos secos, ¿verdad?
Los cacahuetes son ricos en proteínas vegetales... como las legumbres
Otro parecido lo encontramos en su valor nutricional. Los cacahuetes son ricos en proteínas vegetales y aportan fitoesteroles (reducen el colesterol). Además, son una importante fuente de grasas insaturadas; su aporte calórico es alto (608 kcal por 100 gramos); contiene vitamina E, B1 y ácido fólico, y proporciona minerales como cobre, magnesio, fósforo y hierro.
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Los cacahuetes también son llamados cacahué, maní o cacao de tierra. Forma parte de algunos productos de bollería, aunque también se vende en supermercados en forma de manteca de cacahuete o, simplemente, tal cual son: con cáscara, pelados, salados... Son perfectas para cualquier aperitivo, pero no todos los tipos son igual de saludables, por supuesto.