La noche del domingo al lunes tendrá lugar la 94ª edición de la ceremonia de entrega de los Premios de la Academia del Cine de Hollywood, los famosos Oscar. Y por ello, vamos a recordar los 22 momentos más icónicos de un evento que paraliza el mundo del espectáculo en las tres o cuatro horas que suele durar.
2017. La gran cagada con 'La La Land'
No ha habido mayor fallo en la historia de los Oscar que la entrega en 2017 al galardón a la Mejor Película. Cuando 'La La Land' era ya la gran triunfadora de la noche, con seis Oscar, incluidos al mejor director y a Emma Stone, todos tenían claro que ganaría también el de Mejor Película. Y así 'sucedió', porque Warren Beatty y Faye Dunaway, los inolvidables 'Bonnie & Clyde', leyeron que la ganadora era el musical protagonizado por Stone y Ryan Gosling. Pero con todo el equipo de 'La La Land' festejando el Oscar en el escenario, se anunció... que había sido una gran cagada, pues la ganadora a la Mejor Película era 'Moonlight'. En un primer momento se culpó a Beatty y Dunaway de ser unos viejos chochos y haberse equivocado. Pero después se supo que el fallo había sido de un miembro de Price Waterhouse Coopers, consultora que se lleva encargando de la gestión de las votaciones de los Oscars desde hace casi un siglo, porque le entregaron a Beatty el sobre... de la ganadora a la mejor actriz, Emma Stone. Un ridículo absoluto.
2014. El selfi más famoso
Una de las últimas grandes presentadoras de la gala de los Oscars ha sido sin duda Ellen DeGeneres. La mítica presentadora norteamericana caló con el público, el de sus casas y el presente en el Kodak Theatre de L.A., pidió pizza para los nominados, y se marcó un objetivo que por supuesto consiguió: hacer la foto más retuiteada de la historia. ¿Y qué mejor para ello que un selfi con los actores más famosos del momento? En cuanto vieron un teléfono preparado, por allí aparecieron, entre otros, Julia Roberts, Meryl Streep, Jared Leto, Brad Pitt, Angelina Jolie, el ahora denostado Kevin Spacey y Bradley Cooper, que fue el encargado de darle al botoncito. Una de las últimas imágenes de los Oscar más icónica.
2013. El tropezón de Jennifer Lawrence
Si hay una mujer que, además de su extraordinario trabajo como actriz, fascina tanto con su presencia como con sus palabras, es Jennifer Lawrence. En 2013, confirmó su fulgurante carrera con el Oscar a la Mejor Actriz Principal por su interpretación en 'El lado bueno de las cosas'. En cuanto la actriz nacida en Kentucky oyó su nombre como el ganador, dio los besos correspondientes a los suyos y, a pesar de sujetar el inmenso vuelo de su vestido Dior, la emoción y la ansiedad le jugaron la mala pasada de pisárselo en plena escalera de subida y terminar con su impactante presencia por el suelo, si bien se rehízo a tiempo para no quedar espatarrada. Lawrence, con su simpatía habitual, se ha referido muchas veces con todo el humor del mundo a este incidente.
2013. La cancioncita de Seth McFarlane
El norteamericano Seth McFarlane, actor, director y productor, es conocido sobre todo por el ser el autor de la conocida serie de animación para adultos 'Padre de Familia'. McFarlane, cuya irreverencia es la base de todos sus trabajos, quiso llevar ese espíritu de 'chico malo' a la ceremonia de los Oscar 2013, que se encargaba de presentar. Y no se le ocurrió nada mejor que cantar y bailar una canción titulada... 'Hemos visto tus senos'. Y además, sin cortarse en 'recordar' a un buen número de actrices, como Meryl Streep, Uma Thurman, Penélope Cruz o Scarlett Johansson, en qué películas habían enseñado la delantera. Y es más, dos de ellas, Naomi Watts y Charlize Theron, presentes en la ceremonia, no pudieron evitar mostrar lo ofendidas que se sintieron al oír su nombre en la letra de la cancioncita (nunca se ha sabido si, como muchos dicen, estaba todo preparado). Suerte tuvo McFarlane que el movimiento #MeToo todavía estaba por llegar.
2011. El intercambio de Franco y Anne
Desde hace una década, los esfuerzos de la Academia de Hollywood por mantener el nivel de los Oscar han sido tan numerosos como infructuosos. Los tiempos de Billy Crystal siguen siendo muy añorados. En 2011, con el objetivo de atraer al público más joven, se eligió a James Franco y Anne Hathaway como pareja presentadora de la gala. Y al igual que los últimos Batman, las críticas fueron demoledoras. Pero, aún así, Franco y Hathaway dejaron algunos momentos muy curiosos, como ese en el que se intercambiaron los géneros, muy divertido.
2008. El avatar de Ben Stiller
El año 2008 fue sin duda el de 'Avatar', la película de James Cameron que maravilló por sus prodigios técnicos (aunque perdió la batalla de los Oscar con 'En tierra hostil'). Y aunque el maquillaje no era uno de esos prodigios, pues la mayoría de caracterizaciones de 'Avatar' eran digitales) a Ben Stiller no se le ocurrió mejor manera de presentar el Oscar al Mejor Maquillaje que caracterizarse de 'marcianito de Avatar', entre las risotadas de todos los presentes. El Oscar al Mejor Maquillaje fue al final para 'Star Trek'.
2005. La venganza de Jorge Drexler
Aparte del machismo, y a veces el racismo, el clasismo también está demasiado presente en la ceremonia de los Oscar. Y si no, que se lo digan a Jorge Drexler, el cantautor uruguayo que en 2005 ganó el Oscar a la mejor canción por 'Al otro lado del río', de la banda sonora de 'Diarios de motocicleta'. La Academia consideró que Drexler no era lo "suficientemente famoso" como para interpretar sobre el escenario su propia canción, y encargaron la actuación nada menos que a Santana y Antonio Banderas. Pues bien, una vez anunciado que el Oscar era para Drexler, el uruguayo comenzó su discurso de agradecimiento... cantando parte de su canción, como debía haber hecho desde un principio. La venganza, en plato frío.
2003. Adrien Brody se sobrepasa con Halle Berry
Adrien Brody es seguramente uno de los mejores actores de las últimas generaciones. Y así quedó demostrado en la ceremonia de 2003, cuando ganó el Oscar al Mejor Actor Principal por su brutal interpretación en 'El pianista', de Roman Polanski. Y tanta fue la emoción del ex de Elsa Pataky que, al subir al escenario, no se cortó en absoluto y le dio un beso de tornillo a Halle Berry, quien como ganadora del Oscar el año anterior por 'Monster's Ball', era la encargada de entregarle el Oscar. Y aunque Berry reaccionó bien ante la sorpresa, años después ha dejado claro que mucha gracia no le hizo el muerdo espontáneo de Brody.
2001. El 'vestido cisne' de Björk
Tan agotada quedó la música islandesa Björk del rodaje con Lars Von Trier de la brutal 'Bailar en la oscuridad'... que decidió retirarse de la actuación. Eso sí, como estaba nominada por la banda sonora de la película, vio el cielo abierto para mostrar al mundo otra de sus excentricidades, que resultó ser un vestido que en realidad parecía el cadáver de un cisne. Junto al de Cher que veremos más abajo, sin duda el vestido más famoso de la historia de los Premios de la Academia.
2000. El discurso incestuoso de Angelina Jolie
Al comienzo del siglo XXI, Angelina Jolie era todavía una gran promesa, que se confirmó con su impresionante actuación en 'Inocencia interrumpida', junto a Winona Ryder, interpretando un papel que le iba como anillo al dedo: el de tarada. Jolie, famosa por tantas cosas (sus matrimonios con Billy Bob Thornton y Brad Pitt, o su afición a coleccionar hijos adoptados), disfrazó su escultural belleza con un outfit tan gótico como siniestro, aunque la sorpresa vino después. No contenta con darse toda clase de arrumacos, e incluso magreos, con su acompañante a la gala, su hermano James Haven (ambos hijos de otro ganador de Oscar, Jon Voight), le dedicó la mayor parte de los agradecimientos en su discurso, hasta el punto que el mundo entero sospechó si la relación entre ambos... era algo más que fraternal.
2000. ¡Peeeeeeeeeeeedro! (Almodóvar)
Dos son los Premios de la Academia de Hollywood que lucen en casa de Pedro Almodóvar: Oscar a la Mejor Película en Habla no inglesa por 'Todo sobre mi madre'; y Oscar al Mejor Guion Original por 'Hable con ella'. La entrega del primero ha quedado para los anales del cine español por el entrañable momento en que Penélope Cruz, acompañada de Antonio Banderas, dos "chicos Almodóvar", gritaba a todo pulmón el nombre de Pedro al leerlo en el sobre.
1999. ¡Robeeeerto! (Benigni)
El grito de Penélope Cruz en 2000 tenía un precedente un año anterior. Cuando la espectacular Sophia Loren leía el nombre de su compatriota Roberto Benigni, el gran triunfador de aquella noche por su actuación en 'La vida es bella'. Benigni, antes muerto que sencillo, escenificó todo un espectáculo subiéndose a los respaldos de los asientos de la fila anterior (en los que estaba Laura Dern), al expresar con una serie de gestos y actitudes circenses su alegría por recibir el máximo galardón del cine norteamericano.
1998. La intro de Billy Crystal
Dos presentadores han quedado como los mejores de la historia de los Oscar: Bob Hope en tiempos remotos y Billy Crystal en el cambio de siglo (presentó la ceremonia en 1990, 1991, 1992, 1993, 1997, 1998, 2000, 2004 y 2012), con un estilo único, mil veces imitado, y que ni de lejos ha sido superado. La ceremonia de 1997, la de 'Titanic', comenzó con Crystal metiéndose en las películas nominadas, con resultado solo medible por las carcajadas de los espectadores. Mítico Billy.
1998. James Cameron, el 'rey del mundo'
En la misma ceremonia del apartado anterior vivimos uno de los momentos seguramente más patéticos de la historia de los Oscar. James Cameron, el megadirector y productor que nos ha dejado clásicos de la talla de 'Terminator', 'Aliens' o 'Avatar', vivió su mejor noche aquella en la que ganó tres Oscar (Película, Dirección y Montaje) por 'Titanic'. El cineasta canadiense, en el momento de recoger la estatuilla al Mejor Director, se vino arriba y, parafraseando al personaje interpretado por Leonardo DiCaprio, Jack Dawson, gritó al desconcertado auditorio que él era "the King of the World!" ("¡el Rey del Mundo!"). Para enmarcar y tirar.
1988. El glamur de Cher
Si antes hablábamos del vestido/cisne de Björk, ahora toca hablar del que quizá es el vestido más recordado de la historia de los Oscar. Y lo llevaba, con la brutal clase que atesora en todo lo que hace, la multimedia Cher, que alcanzó el punto más alto de su carrera cinematográfica al agarrar el hombrecito dorado por su interpretación en 'Hechizo de luna' junto a otro grande, Nicolas Cage.
1977. Rocky vs Muhammad Ali
Aquel año, una nueva estrella había nacido. Actuar, actuaba poquito, pero llenaba la pantalla, y de qué forma. Hablamos de Sylvester Stallone, que acababa de saltar a la fama gracias a su papel de boxeador en 'Rocky'. Y cuando el hierático Sly estaba presentando el Oscar a la mejor Actriz Secundaria, a su espalda apareció nada menos que Muhammad Ali, ex Cassius Clay, campeón del mundo de los pesos pesados y el boxeador más mediático y famoso de todos los tiempos. Y allí, entre risas, ambos "púgiles" casi llegan a las manos en uno de los momentos más divertidos de la historia de los Premios de la Academia.
1974. El streaker y David Niven
La 46ª ceremonia de los Oscar tuvo cuatro presentadores: John Huston, Diana Ross, Burt Reynolds y David Niven. Este último, todo un caballero británico muy querido en Hollywood, semiprotagonizó uno de los momentos más icónicos de los Premios de la Academia. Cuando Niven se disponía a presentar a Elizabeth Taylor para que entregara el Oscar a la Mejor Película, a su espalda apareció, fugazmente en televisión pero en todo su "esplendor" en el escenario del Dorothy Chandler Pavillion de Los Ángeles, un hombre desnudo. El espontáneo se dio unas cuantas carreras mientras mostraba el signo de la paz (o de la victoria) antes de ser detenido. Niven, impertérrito aunque divertido, soltó esta genialidad: "Esto estaba destinado a suceder, ¿pero no es fascinante pensar que la única risa que puede desatar ese hombre es la que genera cuando se quita la ropa y muestra sus... pequeñeces?", entre la ovación del público. El streaker (individuo que se dedica a trolear acontecimientos, principalmente deportivos, al correr desnudo en medio del campo o del escenario) era Robert Opel, un artista y fotógrafo que tuvo desde luego sus siete segundos de "pequeña gloria".
1973. La apache que rechazó el Oscar en nombre de Marlon Brando
Otro de los grandes momentos de la historia de la entrega de los Oscar fue sin duda en la ceremonia de 1973, en la que Marlon Brando ganó la estatuilla por su mítica interpretación de Don Vito Corleone en 'El Padrino'. Sin embargo, el controvertido actor norteamericano no acudió a la ceremonia, y envió en su lugar a una india apache, activista pro derechos de los indios y aspirante a actriz llamada Sacheen Littlefeather (Pequeña Pluma), que rechazó en nombre de Brando el Oscar en protesta por la situación de la mayor parte de los indios nativos norteamericanos, que seguían siendo vilipendiados, engañados y encerrados en reservas, contraviniendo los acuerdos a los que sus ancestros habían llegado un siglo antes con los invasores de Norteamérica.
1972. La ovación a Charles Chaplin
Si alguien ha sido el mejor cineasta de la historia, y a la vez ha sido uno de los nombres más vilipendiados por la Academia de Hollywood, ese es sin duda el genial Charly Chaplin. El actor, director, guionista, productor y músico de clásicos absolutos como 'Luces de la ciudad', 'La quimera del oro', 'Tiempos modernos', 'El gran dictador' o 'Candilejas' solo ganó dos Oscar... honoríficos: uno muy raro en 1929, "por su versatilidad y genialidad al actuar, dirigir y escribir 'El circo'; y otro honorífico en 1972 por toda su carrera. Y es que Chaplin siempre estuvo muy vetado en la Academia por sus ideas "comunistas". Sin embargo, al final de su vida, la Academia quiso paliar en parte el daño causado y concedió al genio británico un Oscar honorífico cuya entrega provocó la mayor ovación de la historia de los premios. Nada menos que 12 minutos de aplausos y ovación recibió el cineasta británico, que 20 años antes había sido exiliado de su país de adopción, Estados Unidos, en plena era del maccarthismo y del conservadurismo más rancio y despiadado. Tras el discurso y la entrega del Oscar por parte del presidente de la Academia, Daniel Tarradash, y la emocionada respuesta de Sir Charles Chaplin, el acto tuvo un final maravilloso. Otro mito del cine, Jack Lemmon, le entregó a Chaplin sus dos más preciadas herramientas, dormidas durante más de medio siglo: el bombín y el bastón tan característicos del personajes más famoso de la historia del cine: Charlot el vagabundo.
1969. El empate entre Barbra Streisand y Katharine Hepburn
Solo una vez se ha producido un hecho tan curioso como que haya un empate en una votación en la que participan miles de personas. Y ocurrió en 1989, cuando Barbra Streisand por 'Funny face' y Katharine Hepburn por 'El león en invierno' ganaron empatadas a 3.070 votos el Oscar a la Mejor Actriz Principal. Streisand recogió el premio en persona, mientras que la mítica Hepburn (única actriz que ha ganado cuatro estatuillas) fue representada por el director de 'El león en invierno', Anthony Harvey, pues la mítica pelirroja nunca acudió a recoger los Oscar que ganó. El doble premio fue entregado por otro mito de Hollywood, Ingrid Bergman.
1940. El Oscar a Hattie McDaniel
La duodécima edición de los Premios de la Academia, que tuvo lugar en el Hotel Ambassador de L.A., vivió uno de los momentos más emotivos de su historia, cuando Hattie McDaniel ganó el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por su brutal interpretación de Mammy en 'Lo que el viento se llevó'. De esta forma, una persona de raza negra levantaba por primera vez una estatuilla, circunstancia que no se repitió hasta tres décadas después, con el triunfo de Sidney Poitier por 'Adivina quién viene esta noche'. McDaniel, a pesar del Oscar ganado, estaba relegada a una de las mesas más alejadas del escenario (la ceremonia consistía en una cena), por supuesto lejos de la de sus compañeros de reparto de 'Lo que el viento se llevó', los Clark Gable, Vivien Leigh, Leslie Howard y Olivia de Havilland. Por la misma razón por la que no pudo asistir al estreno de la película en Atlanta: por ser negra. Una vez más, el lado más negro de Hollywood.
2017. La intro de Jimmy Fallon... en los Globos de Oro
OK, esto va de los Oscar. Pero no me resisto a meter en esta lista la intro de Jimmy Fallon, otro de los grandes presentadores de la televisión norteamericana, a los Globos de Oro que presentó en 2017. Basándose en la intro de 'La La Land', que monta un número de musical en plena autopista de Los Ángeles, Fallon coge un buen puñado de estrellas y hace lo propio en la alfombra roja de los premios de la prensa extranjera, hoy totalmente denostados. Al más puro estilo de Billy Crystal, maravilloso.