Lo experimentamos primero con la pandemia de covid-19, más tarde con la erupción del volcán de La Palma y, ahora, con la guerra de Ucrania. Si dedicamos mucho tiempo a bucear en Internet o al timeline de las redes sociales para buscar noticias negativas sufres doomscrolling.
Lea también: Ibai Llanos lanza una oferta de trabajo y estos son los requisitos para apuntarse
Este fenómeno se refiere al hecho de dedicar mucho tiempo de forma obsesiva en busca de información negativa. En inglés, 'doom' significa muerte o fatalidad, mientras que 'scrolling' es la acción de desplazarnos hacia abajo en las pantallas de nuestros dispositivos.
¿Quién lo sufre más, los hombres o las mujeres?
Se piensa que el término nació en 2018 en Twitter, pero no fue hasta la pandemia cuando ganó popularidad. Cuando ocurre una crisis o cualquier catástrofe natural, necesitamos estar informados de forma permanente para que conseguir una sensación de seguridad.
Lea también: ¿Cómo superar la depresión postvacacional?
Además, como todos sabemos, los algoritmos de las redes suelen posicionarnos las noticias de los contenidos que solemos consumir. El doomscrolling es peligroso, y más en la época de la desinformación y las fake news. Corremos el riesgo de dejarnos arrastrar por la negatividad.
A nivel psicológico tiene consecuencias negativas. Nuestra calidad del sueño puede verse afectada. Además, el estrés y la ansiedad se agudizan. Los expertos aseguran que los hombres y los jóvenes tienden a sufrir esta práctica más que las mujeres y los adultos mayores.
Consejos para poner fin al 'doomscrolling'
Si queremos cortar por lo sano este comportamiento, lo primero que tenemos que hacer es admitir que tenemos un problema. Existen una serie de consejos para atajar el doomscrolling, aunque si consideras que no eres capaz de acabar con ello por ti solo, acude a un profesional.
Para cambiar esta adicción a buscar noticias catastróficas podemos marcar una rutina de uso de las redes sociales. Así, para desconectar totalmente, estableceremos una hora por la noche en la que ya no miraremos más el móvil. De hecho, el doomscrolling nocturno es peor que el diurno, puesto que la luz del teléfono inhibe la secreción de melatonina.
Lea también: Desmotivación laboral: ocho prácticas en el trabajo que provocan la desgana de los empleados
Procura no revisar el móvil de manera automática. Otro truco que puede ayudar es establecer su uso solamente para momentos positivos, tales como entablar relación con amigos o familia. Por último, no te olvides de fomentar la vida exterior, haz ejercicio físico de forma regular y respiraciones profundas.
