Estamos a punto de llegar al final de la cuesta de enero y son muchas las personas que se han puesto a régimen para quitarse esos kilos de más que han ganado en las fiestas de Navidad, una época, sin duda, repleta de almuerzos y cenas con familia o amigos. Sin embargo, cualquier momento es bueno para ponerse a régimen, siempre y cuando se esté supervisado por un profesional.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja a todo el mundo que se marque objetivos realistas y que se plantee el reto como un cambio de hábitos y no como una manera rápida de perder peso. Es evidente que adelgazar requiere de esfuerzo, puesto que hay que cambiar algunas rutinas y costumbres que tenemos muy arraigadas y eso no es fácil.
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Uno de los primeros pasos que damos en este proceso es modificar nuestra alimentación, eliminado alimentos insanos como pueden los embutidos o el fiambre, la bollería industrial o los fritos, y dando entrada a otros que, a priori, son más beneficiosos para nuestra salud.
A la hora de perder peso, es muy común dejar de comer un producto para pasarnos a su versión light. Uno de los mejores ejemplos es la leche. Dejamos de tomar leche entera por leche light. Sin embargo, ¿qué hay de cierto sobre ese cambio? ¿Es realmente saludable? ¿Cuál es la mejor para llegar a cumplir el objetivo?
Nutrientes, beneficios y riesgos para la salud de la leche
La leche es una de las principales fuentes naturales de calcio, un nutriente fundamental para mantener sano el sistema oseo. La leche de vaca es la más consumida y se compone de agua (80-87%); hidratos de carbono; proteínas; grasas; vitaminas (A, D y la B2) y otros minerales además del calcio: potasio, fósforo, yodo, sodio, cloro, magnesio y zinc.
Aunque consumir leche de forma regular es bueno para la salud, cierto es también que acarrea una serie de riesgos que hay que tener en cuenta. Los más importantes son: la intolerancia a la lactosa, la malabsorción del calcio y el aumento del riesgo de alergias y el asma (la leche de vaca contiene tres veces más proteínas que la leche humana y algunas son difíciles de digerir).
Leche entera o light: ¿cuál es mejor para adelgazar?
En cuanto a la leche entera o light para adelgazar, hay que decir que los nutricionistas recomiendan la primera. Los expertos certifican que, al tener ácido linoleico conjugado, la leche entera puede ser buena para perder peso.
Se trata de un ácido graso esencial del grupo omega-6 que también está presente en la carne de oveja y res, además de su leche. Entre las propiedades de este ácido está la de reducción de peso. Por el contrario, en el caso de la leche light, el ácido linoleico conjugado es retirado al quitar la grasa.
Por otra parte, la leche entera conserva la lactosa. Así las cosas, no se le añaden azúcares, que pueden ser nocivos para el organismo. Además, una investigación publicada en el European Journal of Nutrition refrenda esta teoría al relacionar el consumo de productos lácteos ricos en grasa con un menor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes del tipo 2 o enfermedades cardiovasculares.
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Sin embargo, pese a todo, los expertos concluyen que cada organismo responde de una forma diferente. Así, en algunas casos será mejor consumir leche entera (quien no busca perder grasa pero sí aumentar su rendimiento), mientras que los médicos pueden recomendar en otros (personas con sobrepeso) otros tipos de leche.
