Diciembre agota ya sus últimos días y todo el planeta se prepara para despedir este viernes al año 2021 y recibir un 2022 en el que todo el mundo espera que vaya remitiendo la pandemia del coronavirus que se desató en marzo de 2020.
Eso sí, el año da sus últimos coletazos en medio de un momento de enorme incertidumbre por la gran explosión de contagios que ha provocado ómicron, con una sexta ola que mantiene a la ciencia en vilo. Y si bien hay expertos que se muestran optimista, pensando que este puede ser el principio del final de la pandemia, otros se mantienen cautos, expectantes sobre cómo va a evolucionar el virus.
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No obstante, ante la falta de restricciones severas en la mayor parte de las comunidades autónomas, muchas personas continúan adelante con sus planes de reuniones y festejos para la última noche del año. En la medida de lo posible, muchas familias y grupos de amigos se juntarán para tomar las doce uvas con las que dar la bienvenida al año 2022.
Y además de la pandemia, otra de las cosas que preocupa a la sociedad es el parte meteorológico para esos días. Con un buen pronóstico, hay quienes se plantean trasladar al exterior de sus casas sus fiestas, reduciendo así los riesgos de contagio ante el coronavirus. Pues bien, en general, este 2021 se despedirá con tiempo estable y un ascenso de las temperaturas, a consecuencia de las altas presiones que se irán imponiendo en España.
Estas están asociadas a la llegada de una masa de aire subtropical, lo que dará lugar a la ausencia de lluvias y a un ascenso térmico hasta situarse en temperaturas primaverales, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). "Probablemente tengamos en España temperaturas diurnas más propias de plena primavera, el mes de abril o incluso de comienzos de mayo", destaca el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo.
No obstante, esto no ocurrirá en toda España, ya que las altas presiones también provocarán que aparezca el llamado 'fenómeno de inversión térmica', que consiste en que las temperaturas serán más bajas en fondos de valle que en zonas más altas. Esto es, lo contrario de lo que ocurre en una atmósfera teórica. De este modo, ha indicado que las inversiones térmicas cuando se producen en invierno dan lugar a bancos de niebla en el interior que podrán ser persistentes y en esas zonas el ambiente será fresco e incluso frío.
Por otro lado, los efectos de la inversión térmica será un empeoramiento de la calidad del aire cerca de los grandes focos emisores como grandes ciudades, ya que el aire cálido situado sobre el aire frío actúa a modo de tapadera, puesto que asimismo, este fenómeno suele darse junto a la ausencia de vientos, lo que impide la dispersión de los contaminantes.
¿Va a llover en Fin de Año?: el pronóstico para Nochevieja
Las temperaturas subirán, sobre todo en la mitad norte, a orillas del Cantábrico y del Mediterráneo, así como en el Guadalquivir, donde podrán superar los 22 grados centígrados (ºC). Este jueves, 30 de diciembre, se asentará la estabilidad por completo con la presencia de altas presiones subtropicales, aunque aún seguirá lloviendo en el oeste de Galicia.
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De resto, se esperan cielos poco nubosos y sin lluvias, aunque la estabilidad atmosférica propiciará la aparición de extensos bancos de niebla en buena parte del interior. Las nieblas serán persistentes en las mesetas y en la cuenca del Ebro y en esas zonas las temperaturas serán frescas. El portavoz de AEMET indica que "fuera de ahí", las temperaturas diurnas subirán, mientras que las nocturnas descenderán. Es decir que aumentará la amplitud térmica pero prevé "pocas heladas" por la noche.
Durante las horas centrales del día se alcanzarán los 18ºC o más en Galicia, en el entorno del sistema Central, en ciudades como Ávila o Segovia e incluso en algunos valles del Pirineo pasarán de 20ºC, igual que en buena parte del Cantábrico, el área mediterráneo del tercio sur peninsular y Baleares. En concreto, ha insistido en que el jueves 30 los termómetros se situarán entre 5 y 10ºC por encima de lo normal en la mayor parte de la Península salvo zonas donde las nieblas persistan. "Incluso podrán estar entre 10 y 15ºC por encima de lo normal en zonas de montaña", ha apuntado el experto a Europa Press.
Así será el tiempo la noche del 31 de diciembre
Con este tiempo primaveral el día 31 de diciembre, la Nochevieja estará marcada por tiempo estable, sin lluvias "prácticamente en cualquier punto del país" y con nieblas persistentes en los valles del Duero y del Ebro. Las mínimas descenderán "ligeramente" pero las máximas volverán a subir y dará lugar a una jornada "anormalmente templada" para la época del año en las horas centrales del día, con valores entre diez y quince grados por encima de lo normal en amplias zonas del este de la Península, aunque de nuevo el ambiente será fresco en las zonas donde persistan las nieblas.
Por último, ha adelantado que la primera madrugada del 2022 no será "especialmente fría" respecto a lo habitual, sin apenas heladas salvo e puntos de la meseta norte. La noche de Año nuevo los termómetros estarán entre 5 y 10ºC por encima de lo normal por el fenómeno de inversión térmica salvo en las zonas más altas, pero más frescas y cerca de las normales en las cuencas del Duero del Ebro del Tajo, en Madrid y en el valle del Guadalquivir.
El día de Año Nuevo será un día de cielos poco nubosos y ambiente cálido, de nuevo con temperaturas entre 5 y 10 grados por encima de lo normal, salvo en las zonas donde siga la niebla, en los valles del Duero y del Ebro.A partir del domingo, 2 de enero, podrán pasar algunos frentes al extremo noroeste de la Península, pero predominará de nuevo el ambiente anticiclónico en el resto de España, con posibles bancos de niebla y temperaturas que bajarán y darán paso a un aumento de las heladas tanto en la meseta norte como en otros puntos del interior.
Respecto a Canarias, se espera que toda esta semana tenga un tiempo estable, con cielos en general poco nubosos y temperaturas en ascenso y que, al igual que en la Península, serán más altas de la habitual y también prevé polvo en suspensión que podría dar lugar a calima.