Los espectadores de Cuatro se quedaron esta semana en shock al ver el increíble testimonio de una de las participantes de First Dates, dating show que presenta cada día Carlos Sobera en el prime time del segundo canal de Mediaset.
María, una mujer con una filosofía de vida bastante particular, sorprendió al presentador al explicarle sus hábitos para mantener, supuestamente, un estilo de vida saludable. La comensal aseguró que lleva dos años sin comer nada sólido y que se bebía su propia orina.
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La concursante explicó ante las cámaras que lleva muchos años realizando ayunos. Primero empezó siendo vegetariana, luego pasó a ser vegana y, desde hace dos años, afirmó ser 'liquidariana'. Fue entonces cuando María soltó la frase qué encendió todas las alarmas: "Bebo agua de coco y mi propia orina", confesó. "Lo llaman looping", añadió ante un atónito Sobera.
La cosa no quedó ahí y la comensal aseguró que "hay tres cosas que consideramos normales y que son enfermedades": el sexo, la regla y dormir. "El sexo, se nos acumula aquí y eso se congestiona. Los parásitos son capaces de dominar tu voluntad, de hacerte tirar a un río y cuando estás muerto se salen los parásitos...", declaró en una frase que nadie terminó de entender.
"Al ayunar dos años a líquidos se me fue el deseo sexual y la regla, la regla es una enfermedad, lo siento. El dormir también es una enfermedad. Por no comer no es que no tenga energía, tengo exceso de energía y me cuesta encontrar amigos que me sigan el ritmo y he optado por Erasmus, jóvenes o nómadas digitales que salen por la noche", sentenció la mujer, de 53 años.
Los peligros de beber orina: no es un hábito saludable
Las declaraciones de la participante del programa de Cuatro pillaron por sorpresa a todos los presentes, que no tuvieron tiempo ni de rebatirle las peligrosas afirmaciones que estaba realizando ante la mirada de tantos espectadores. Sin embargo, enseguida algunas voces clamaron al cielo en redes sociales, alertando de que los hábitos que promulgaba la mujer no son saludables.
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Y es que la práctica de beber orina se puso 'de moda' hace unos años después de que Madonna asegurase que ella lo hacía con el objetivo de mantenerse fuerte. No obstante, muchos médicos advirtieron de que esto no era para nada una práctica saludable, sino todo lo contrario. Y es que existen muchos peligros en la ingesta de orina, una actividad que no tiene ningún tipo de base científica.
Sus defensores creen que la orina tiene unas sustancias con propiedades beneficiosas. Por ejemplo, el ácido úrico, el cual es fundamental para producir y activar el ADN celular; un factor de crecimiento tisular, endorfinas, anticuerpos tipo interoikin, renina y prostaglandina, hormona SPU, que posee funciones antibióticas, circulatorias y que estimula la secreción de otras hormonas; sustancias inorgánicas, como potasio, sal, calcio, cobre, flúor, yodo hierro, zinc o magnesio y vitaminas del tipo A, complejo B, C y E.
Taquicardia, diarrea, vómitos...: las consecuencias de beber orina
No obstante, esta composición no otorga a la orina propiedades saludables, sino todo lo contrario. La orina es un producto de deshecho del organismo y aunque la mayor parte de su contenido es agua, contiene microorganismos perjudiciales que pueden causar enfermedades o ser vía de transmisión de otras patologías.
Por otro lado, beber orina o aplicarla en la piel es peligroso, porque puede contener una gran cantidad de gérmenes en suspensión que podrían generar sobreinfecciones tras su aplicación cutánea o incluso una sepsis si se administra de forma intravenosa.
Finalmente, la orina es perjudicial para el aparato digestivo, ya que su ingesta supone someter al riñón, por ejemplo, a poner a filtrar productos que el organismo ya había descartado previamente. De este modo, alguno de los efectos inmediatos de beber orina puede ser la diarrea, el sueño profundo, insomnio, alergias, absceso, fiebre, calambres, taquicardias o vómitos.