Si tienes escoliosis debes tener en cuenta que hay una serie de ejercicios físicos totalmente prohibidos para ti. La actividad física de las personas que sufren esta dolencia debe estar limitada a aquellas acciones que se puedan a hacer con seguridad si no se quiere repercutir en la calidad de vida.
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Eso no significa que no se pueda hacer ningún tipo de deporte, sino que hay algunos que perjudican a quien sufra este cuadro de la columna vertebral. De hecho, hay algunos deportes, como el pilates, que se recomiendan específicamente para mejorar la afección de la espalda. Por otro lado, existen ciertas disciplinas que también se pueden llevar a cabo limitando los movimientos que comprometan a la torsión del cuerpo.
¿Qué es la escoliosis?: así puedes identificarla
Antes de describir qué tipo de ejercicios están prohibidos para los pacientes de escoliosis, cabe definir con precisión en qué consiste la enfermedad. Una persona tiene escoliosis cuando la columna vertebral tiene una desviación de su eje en todos los planos del espacio y esta no es reductible. Esto quiere decir que no hay manera de corregir con tratamiento su posición para que las vértebras recuperen su posición neutra.
¿Cómo se detecta la escoliosis? A través de un diagnóstico resultante de varias radiografías y de diferentes métodos de medición de la columna. Así, se distingue la escoliosis de otros procesos que no tienen que ver con la enfermedad. Dicho de forma sencilla: no todas las desviaciones de las vertebras son patológicas. Para descubrir la gravedad de la escoliosis conviene observar le ángulo que forma la desviación lateral del eje central de la columna.
Estas desviaciones pueden ser severas (mayor de 50 grados), las cuales permiten abordarse de forma quirúrgica; moderada (desviación entre 30 y 50 grados), las que rara vez pasan al tratamiento quirúrgico y se solventa con un intenso plan de fisioterapia; y la leve (menor de 30 grados).
¿Qué ejercicios están prohibidos para las personas con con escoliosis?
Si alguien cree que por tener escoliosis está exento de hacer ejercicio, está profundamente equivocado: un paciente con esta dolencia debe hacer actividad física y, de hecho, es parte de su tratamiento. La ciencia ha demostrado que el deporte no empeora las circunstancias de las personas que la sufren.
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Eso sí, a pesar de esto, hay que tener en cuenta que existe una serie de ejercicios que no se deben hacer porque incrementan el dolor en la espalda. La complicación que se puede producir tiene que ver con el aumento de los síntomas, no con queel deporte en sí sea capaz de incidir sobre la patología como tal, que se ya encuentra instalada.
Por tanto, los médicos contraindican cuatro ejercicios en concreto:
Halterofilia: levantamiento de pesas.
Lanzamientos atléticos: jabalina, disco y martillo.
Estilo mariposa en natación.
Lucha: boxeo, judo y taekwondo